La contaminación por e-coli
Estoy leyendo las noticias y parece un poco prematuro acusar al pepino almeriense de las muertes por e-coli. Lo que es seguro es que en la actual situación económica solo faltaba algo así para hundir más en la miseria a un país que ya viene tocado desde hace unos años.
No voy a engañar a nadie, ni salir a defender a capa y espada al sector, lo primero que pense fue tirar el pepino que tengo en la nevera. Luego decidí informarme y ver que había de real en todo esto. Las noticias son contradictorias, unos dicen que son cultivos de origen ecológico regados con aguas fecales, otros que la bacteria se encuentra en la carne picada que acompaña a los pepinos, y para terminar de rizar el rizo, se oyen rumores sobre una contaminación en destino.
Por ahora se contabilizan 10 fallecidos en alemania, que ha cerrado su mercado a las importaciones hortofrutícolas de España, donde no se ha detectado ni un solo caso.
Seguiré leyendo, pero a mi lo que me preocupa es que somos vulnerables, y no podemos hacer nada, cuando no son vacas locas, son pollos contaminados, o anisakis en el pescado y ahora, también las verduras. Y ¿qué hacemos?, extremar las medidas higiénicas, por supuesto, lavarlo todo muy bien, congelar el pescado, cocinar las verduras... ¿no es un poco de locos?.
Feliz lunes ¡¡¡
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hola Eu, soy Clara, queria saber como estabas?? Espero que bien, por fa contesta!
ResponderEliminarLa primera noticia que se publicó en Alemanía sobre el tema del pepino fue el jueves 26, y hablaba de peinos contaminados con la bacteria procedentes de una explotación alemana de agricultura ecológica, debido al uso de estiércol animal.
ResponderEliminarDos días después, esos pinos alemanes se transformaron en pepinos españoles, con las consecuencias que todos conocemos.
No es la primera vez que se ataca a nuestras producciones desde la Europa central con el único objetivo de apoyar sus productos hortofrutícolas. No olvidemos que en estos momentos han entrado en producción el pepino de Alemanía y de Holanda, el cual no puede competir con el español, ni en calidad ni en precio.