Mis Polvorones
Es muy fácil hacer polvorones, todo el mundo lo dice: son facilísimos. Es tan fácil que me he animado a poner mis proporciones, normalmente con las recetas de repostería no me atrevo a cambiar nada, pero esta vez si lo he hecho, he cambiado un poco las cantidades basándome en unas y otras recetas, y la verdad, me han quedado muy bien.
Polvorones de Chocolate y Almendra
Ingredientes:
300 gr. de Harina de Trigo
30 gr. de Almendra
30 gr. de Chocolate Puro en polvo
120 gr. de Manteca de Cerdo
120 gr. de Azúcar
Media cucharadita de Canela
El día antes de elaborar la receta, debemos tostar la Harina, voy a necesitar unos 250 gr. de harina para la masa de los polvorones por lo que tuesto 300gr., la harina pierde peso al tostarse.
¿Cómo tostar la harina?: Aunque algunas recetas tuestan la harina en una sartén amplia, es importante que la harina pierda humedad y no se queme, por lo que resulta más sencillo hacerlo en el horno. Tratamos de conseguir una harina de un tono ligeramente amarillo.
Vamos a utilizar una bandeja de horno de metal. Es recomendable tener una bandeja exclusiva para repostería, si utilizamos una bandeja que hayamos usado para hornear carne o lasaña es probable que queden restos de grasa.
La harina la tostamos en el horno, precalentado a 180º, la he tenido primero dos minutos y medio, estaba tal cual entro, le di unas vueltas, y la deje otros dos minutos y medio, que más o menos fueron tres porque me costo programar el reloj de cocina, pasado el segundo tiempo al abrir el horno la harina estaba blanca pero tenía cierto olor. Pensé en bajar el horno de temperatura pero me pareció que no era necesario, seguimos a 180º.
Volví a programar tres minutos. Pasados los tres minutos no hay diferencias, vuelvo a remover la harina, ya veo que la paleta se lleva parte y además al moverla se ha caído un poquito, ya entiendo porque tostamos más harina de la necesaria, no solo pierde peso por la pérdida de humedad.
Hay que tener en cuenta que la harina se está tostando con una temperatura inferior a 180º, cada vez que abro la puerta del horno para removerla necesito un momento, la puerta está abierta, por lo que la harina debe estar tostándose a 160/170º.
Es un poco pesado estar constantemente pendiente del horno, pero necesario. Sabremos que esta tostada por el olor y porque habrá cogido un tono ligeramente amarillo. Llevamos unos veinte minutos y en la cocina empieza a oler a harina "tostada".
Por primera vez al abrir el horno la harina humea, he programado solo tres minutos más porque otra de las cosas que nos muestran que la harina está casi tostada es el ligero humo. Programo esta vez solo tres minutos más.
Nuevamente noto ese ligero humo al abrir el horno, al mover la harina ya se aprecia claramente ese ligerísimo tono tostado, por lo que doy por concluido el tostado de la harina. Saco la bandeja, al remover la harina se nota claramente el tostado.
En total hemos tardado en tostar la harina una media hora, distribuida en estos intervalos de tiempo: 2´5 min. + 2´5 min. + 3 min. + 3 min. + 3 min. + 5 min. + 3 min.
Luego tostamos las almendras, aprovechando el calor del horno. Las almendras se tuestan en unos 10 minutos aproximadamente a 180º, pero cuidado que no se quemen. Como el horno está caliente de tostar la harina, las almendras se tuestan en mucho menos de diez minutos, quizá cinco o seis minutos, hay que tratar de dar la vuelta a todas, no se vayan a quemar por una cara.
Al día siguiente, con las almendras y la harina tostadas, vamos a elaborar los polvorones. Lo primero que tenemos que hacer es pulverizar la almendra, luego el azúcar para convertirlo en azúcar glass. Tamizamos la harina con el cacao y mezclamos con las almendras y algo más de tres cuartas partes del azúcar (el resto lo reservamos para espolvorear los polvorones una vez horneados).
En un marmol, o en mi caso yo he usado un bol grande, ponemos la harina mezclada con el cacao, la almendra y el azúcar, hacemos un agujero en forma de volcán y añadimos la manteca en dados (temperatura ambiente). Tenemos que conseguir una bola de masa, y nos vamos a encontrar dos dificultades, la falta de humedad, por lo que empezará siendo de una consistencia arenosa, y luego el exceso de grasa, por lo que si amasamos demasiado con el calor de las manos será complicado conseguir una bola que es nuestro objetivo. Paciencia y poco más.
Una vez tengamos la bola la dejamos enfriar en la nevera envuelta en film, al menos media hora, para que resulte mucho más fácil trabajarla. En lo que se enfría la masa he aprovechado para limpiar y recoger la cocina.
Una vez fría nuestra bola de masa de polvorón, tenemos que estirarla hasta que coja el alto de un polvorón, lógicamente, lo que viene a ser un centímetro o un dedo, tened en cuenta que la forma no va a cambiar con el horneado, estiramos entre dos silpat o silpat y lámina de film. Hacemos la forma de los polvorones con un cortapastas o un vaso y con una espátula los pasamos a la bandeja del horno, que tendremos precalentado a 160º. Cuidado al pasarlos, recordar que tenemos calor en las manos, es mejor cogerlos con la espátula, si no tenemos podemos usar un cuchillo ancho apoyando con un dedo. Pero si los cogemos con los dedos se nos va a pegar la masa.
A mi me gusta aprovechar toda la masa, los últimos pegotitos en vez de Estrellas hice unas bolitas. Y los horneamos a 160º entre diez y quince minutos, dependiendo del horno. Como mi horno no sé si es lento o rápido, tire por la vía de en medio y hornee 12 minutos y medio. Los saco, los espolvoreo de azúcar glass: Polvorones de Chocolate y Almendra.
viernes, 13 de diciembre de 2013
martes, 3 de diciembre de 2013
La Tortilla Francesa
Con Sartén exclusiva y Mantequilla
No pensaba yo que podía dar tanto juego una simple tortilla francesa, pero leyendo el libro de Julia Child me llamo la atención que la señora le dedica como tres o cuatro páginas al asunto, vamos que se pasa un párrafo entero hablando del batido de los huevos, unas treinta o cuarenta veces dice, se debe hacer el movimiento de batido.
Se me va la pinza pero no tanto como para ponerme a contar los movimientos de batido del huevo, pero si le hice caso en el asunto de la mantequilla y el movimiento de la sartén, Y atención: pedazo tortilla francesa más rica me quedo.
Cómo se elabora una tortilla francesa, receta de Julia Child
Ingredientes:
- Dos Huevos
- Media cucharada de Mantequilla
- Una pizca de sal
Material necesario:
- Una sartén pequeña, de 18 - 22cm, si es posible exclusiva para tortillas.
Elaboración:
Ponemos la sartén al fuego, cuando está caliente echamos la mantequilla y la movemos bien por la sartén para que impregne todo el fondo y las paredes. Cuando pierde la espuma añadimos los huevos batidos "entre 30 y 40 movimientos de batido".
Dejamos que los huevos vayan cuajando sin mover la sartén, entonces la levantamos con sacudidas en angulo de unos 45º, para que los huevos resbalen hacia el lateral de la sartén y se enrollen sobre si mismos, esto solo sucede si hemos impregnado bien la base de la sartén con mantequilla y no tiene restos de otras preparaciones.
Finalizamos con un último alzado de la sartén, tirando del mango con los pulgares hacia abajo, mientras tenemos la tortilla en el lateral, de tal forma que gire sobre si misma.
La idea es que nos quede una tortilla cuajada pero esponjosa. Y realmente no había hecho antes tortilla con mantequilla y merece la pena, al menos hay que probarlo, es diferente.
Nota: La imagen es de un banco de imágenes libres de derechos.
No pensaba yo que podía dar tanto juego una simple tortilla francesa, pero leyendo el libro de Julia Child me llamo la atención que la señora le dedica como tres o cuatro páginas al asunto, vamos que se pasa un párrafo entero hablando del batido de los huevos, unas treinta o cuarenta veces dice, se debe hacer el movimiento de batido.
Se me va la pinza pero no tanto como para ponerme a contar los movimientos de batido del huevo, pero si le hice caso en el asunto de la mantequilla y el movimiento de la sartén, Y atención: pedazo tortilla francesa más rica me quedo.
Cómo se elabora una tortilla francesa, receta de Julia Child
Ingredientes:
- Dos Huevos
- Media cucharada de Mantequilla
- Una pizca de sal
Material necesario:
- Una sartén pequeña, de 18 - 22cm, si es posible exclusiva para tortillas.
Elaboración:
Ponemos la sartén al fuego, cuando está caliente echamos la mantequilla y la movemos bien por la sartén para que impregne todo el fondo y las paredes. Cuando pierde la espuma añadimos los huevos batidos "entre 30 y 40 movimientos de batido".
Dejamos que los huevos vayan cuajando sin mover la sartén, entonces la levantamos con sacudidas en angulo de unos 45º, para que los huevos resbalen hacia el lateral de la sartén y se enrollen sobre si mismos, esto solo sucede si hemos impregnado bien la base de la sartén con mantequilla y no tiene restos de otras preparaciones.
Finalizamos con un último alzado de la sartén, tirando del mango con los pulgares hacia abajo, mientras tenemos la tortilla en el lateral, de tal forma que gire sobre si misma.
La idea es que nos quede una tortilla cuajada pero esponjosa. Y realmente no había hecho antes tortilla con mantequilla y merece la pena, al menos hay que probarlo, es diferente.
Nota: La imagen es de un banco de imágenes libres de derechos.
jueves, 31 de octubre de 2013
Carrilleras de Ternera al Vino Tinto
Recetas para Navidad
Esta es una receta excelente para la comida de Navidad: los ingredientes no son caros, se debe dejar preparada la víspera y queda fantástica. Yo la puse como principal en la Navidad de 2012 y fue un éxito. He decidido publicarla ahora porque realmente creía haberla perdido, menos mal que la mande por mail y he rescatado el correo electrónico, sería una pena no tenerla publicada y el mejor sitio donde guardarla es el blog.
La receta no es mía, la encontré en este blog y simplemente he modificado ligeramente la redacción, pero tan ligeramente que he dejado todo tal cual lo escribió su autor, simplemente he omitido algunos chascarrillos personales que no venían al caso para reproducir aquí la receta.
Carrilleras de Ternera al Vino Tinto
Ingredientes (para 4 personas):
- Carrilleras (1 kg.)
- 2 cebollas grandes
- 2 puerros
- 2 dientes de ajo
- 1 tomate maduro
- Vino tinto
- Vino de Oporto (o similar)
- Brandy o Cognac
- Sal
- Tomillo
- Pimienta negra en grano
- Cayena
- Laurel
- Aceite de oliva
- Una "nuez" de mantequilla
Las carrilleras provienen de la carne de la zona mandibular, el papo o moflete del animal, y resultan al paladar suaves, gelatinosas y fundentes.
Elaboración:
Limpieza de la carne. En cada carrillera podréis observar una especie de telilla blanca, tendones y zonas nerviosas que hay que eliminar. Hay que quitar todo lo sobrante, con un cuchillo bien afilado, procurando no llevarse la carne magra en el intento. Debemos dejar la pieza entera, roja y magra, con el aspecto de un solomillo, por decirlo de algún modo y salvando las distancias. Otra opción es encargarle al carnicero que las limpie.
Una vez limpia la carrillera, se sumerge durante unos minutos en agua fría con un chorro de vinagre para eliminar posibles restos de sangre, impurezas, etc.
A continuación las introducimos (previamente pasadas por el chorro de agua fría y escurridas) en una cazuela o fuente donde entren bien y las cubrimos con medio vaso de brandy, medio de vino de Oporto (o similar) y vino tinto suficiente para cubrirlas por completo (y tres dedos más). El vino tinto ha de ser "bebible". Nada de "Don Simón", tetrabricks, garrafón ni similares. No os voy a pedir que utilicéis un "Vega Sicilia", pero un crianza o parecido les va muy bien. Se aconseja cocinarlas en el mismo vino que se vaya a beber mientras las degustemos. Les añadimos también unos 10 o 12 granos de pimienta negra entera, un poco de tomillo y una puntita de hoja de laurel. No os paséis con las especias. En la maceración, los sabores de todas ellas se potencian y pueden llegar a resultar un poco "agresivas".
Colocamos esta cazuela en la nevera, tapada con papel film para que no adquiera aromas extraños, y dejamos macerar hasta el día siguiente.
Al día siguiente, escurrimos las carrilleras pasándoles un paño limpio o un poco de papel de cocina, SIN APRETAR para que no suelten el líquido absorbido y reservamos el vino, que es con lo que se elaborará la salsa.
Si tenemos una olla rápida las haremos (la primera parte de la cocción) en ella. Si no, en olla express y, si no hay más remedio, en una cazuela tradicional. Este primer golpe de calor "rápido" hará que, aparte de reducir el tiempo de cocción, resulten más melosas y tiernas. Es mejor que la cazuela NO tenga fondo antiadherente ya que, para conseguir una buena salsa, es mejor que la carne "se agarre" ligeramente en el proceso que a continuación veremos.
Una vez seleccionada la cazuela, le añadimos una cucharada de aceite de oliva que justo cree una película grasa en el fondo y ponemos a fuego fuerte. Una vez el aceite esté "fuertecito", introducimos una carrillera y la doramos por todas sus partes. Es importante que no las movamos mucho, que "se peguen" un poco al fondo. Una vez dorada la primera, la sacamos, reservamos en una fuente, e introducimos la segunda. Repetimos el proceso y así sucesivamente. Es decir, las haremos una por una para evitar que empiecen a cocerse en lugar de dorarse.
Cuando hayamos acabado con la última, y con la cazuela vacía aún en el fuego, añadimos en ésta un chorretón de brandy y rascamos el fondo de la misma con una espátula de madera para recoger lo "pegado" de la base. El contraste entre el frío del licor y lo caliente del metal hará que se desprenda con suma facilidad. Este proceso se denomina "desglasado" y con él conseguimos recoger todos los jugos que, de otra forma, se perderían. Por sí mismo, esto creará una salsa deliciosa. Dejamos reducir, si hubiera exceso de líquido, hasta que quede bastante denso y lo añadimos a la fuente donde teníamos reservadas las piezas de carne. Que no quede NI UNA GOTA en la cazuela.
Mientras estábamos dorando las carrilleras habremos aprovechado para ir pelando y troceando las 2 cebollas, los dientes de ajo, los puerros y el tomate, que ya tendremos reservados. No hace falta cortar muy finamente, ya que luego pasaremos y colaremos la salsa.
Echamos otras 2 cucharadas de aceite en la cazuela anterior (con fuego fuerte) y añadimos primero la cebolla, el ajo y los puerros, con una pizca de sal para que "sude" y una punta de cayena. No queremos que pique, sino que le dé un poco de "carácter" al guiso, a la vez que algo de sabor. Removemos y bajamos el fuego, pero no demasiado, ya que también nos interesa que se pegue (¡muy poco!) en el fondo (sin quemarse, obviamente, ya que daría mucho amargor y habría que desecharlo). Lo que queremos, para entendernos, es que las verduras cojan un tono, digamos, "otoñal".
Cuando todo esté "al punto", subimos el fuego y vertemos (sin retirar las verduras) un cacito pequeño del vino del macerado y rascamos otra vez con la espátula de madera para hacer, llamémoslo así, un segundo "desglasado". Cuando reduzca y casi se haya evaporado todo el líquido, echamos otro pequeño cacito de vino y repetimos el proceso. Y cuando casi se haya evaporado, volvemos a repetirlo. Es decir, tres veces en total. Ahora, por fin, añadimos de una vez el resto del vino, con especias y pimienta incluidas, que teníamos reservado.
Ponemos la carne (y todos los jugos obtenidos con el primer "desglasado") junto con el vino, mezclando todos los ingredientes utilizados hasta el momento. Cerramos la olla y lo tenemos, después de que empiece a salir el vapor, unos 15 minutos. Cortamos la cocción rápidamente poniendo la olla al chorro de agua fría, abrimos la tapa y sacamos las carrilleras.
Con ayuda de una batidora (o con un pasapurés) trituramos la verdura, junto con el vino, y lo pasamos todo a otra cazuela a través de un "chino" para que la salsa quede bien fina y sin tropiezos.
Ahora ponemos todo esto a fuego suave y le añadimos otra vez las carrilleras, que aún estarán duras. Dejamos cocer A FUEGO LENTO (con un ligero "chup-chup") hasta que la carne esté tierna, aproximádamente una hora, aunque esto no es una ciencia exacta. Sabremos que están tiernas cuando podamos introducir un cuchillo, sin casi oposición, de parte a parte.
Justo antes de que estén demasiado blandas, las sacamos y dejamos la salsa reduciendo. Las troceamos al gusto, normalmente en forma de escalopes gruesos, y las volvemos a juntar con la salsa.
Es ahora cuando añadimos la sal (¡ojo, no pasarse!) y dejamos un ratito más.
Una de las características de este plato, así como de otros de caza, callos, etc., es que están mucho mejor de un día para otro. EL GUISO SE TIENE QUE ASENTAR. Existe una gran diferencia entre comerlo recién hecho o al día siguiente.
Llegado el momento, observaréis (si todo ha salido bien) que se encuentra en un estado prácticamente sólido. Esto es debido a la cantidad de gelatina que contienen las carrilleras. Lo ponemos a calentar, a fuego MUY, MUY, MUY SUAVE para evitar que se pegue (ahora no nos interesa eso) añadiendo unas GOTITAS (repito, GOTITAS) de agua si fuera necesario.
Cuando empiece a borbotear ligeramente, le ponemos una "nuez" de mantequilla y movemos la cazuela como si estuviéramos haciendo un pil-pil, hasta que se deshaga. Esto le dará un brillo y un aspecto final inmejorable.
Servimos muy caliente, acompañado de una enorme barra de pan y un buen vaso de vino.
Publicado originalmete por Jon DC (SpeedMaster) en A todo diente...!!! Pecadillos gastronómicos
Aunque la receta parece muy larga, es muy sencilla de elaborar, es muy difícil que quede mal, a lo mejor no queda en su punto exacto la carne pero en ningún caso será un fracaso. Es probable que os salga una enorme cantidad de salsa, no es un problema porque se puede congelar y utilizar, por ejemplo, para unas albóndigas. En cuanto al uso de la olla rápida para toda la receta, no lo recomiendo, como os dije antes, van a quedar comestibles, pero la carne no queda tan bien como si la dejamos cocer a fuego lento un buen rato.
Y sobre todo, gracias a quién compartió la receta en la red, es muy buena, si lee esta entrada le animó a publicar las carrilleras al horno, que dijo que lo haría pero aún estoy esperando.
Esta es una receta excelente para la comida de Navidad: los ingredientes no son caros, se debe dejar preparada la víspera y queda fantástica. Yo la puse como principal en la Navidad de 2012 y fue un éxito. He decidido publicarla ahora porque realmente creía haberla perdido, menos mal que la mande por mail y he rescatado el correo electrónico, sería una pena no tenerla publicada y el mejor sitio donde guardarla es el blog.
La receta no es mía, la encontré en este blog y simplemente he modificado ligeramente la redacción, pero tan ligeramente que he dejado todo tal cual lo escribió su autor, simplemente he omitido algunos chascarrillos personales que no venían al caso para reproducir aquí la receta.
Carrilleras de Ternera al Vino Tinto
Ingredientes (para 4 personas):
- Carrilleras (1 kg.)
- 2 cebollas grandes
- 2 puerros
- 2 dientes de ajo
- 1 tomate maduro
- Vino tinto
- Vino de Oporto (o similar)
- Brandy o Cognac
- Sal
- Tomillo
- Pimienta negra en grano
- Cayena
- Laurel
- Aceite de oliva
- Una "nuez" de mantequilla
Las carrilleras provienen de la carne de la zona mandibular, el papo o moflete del animal, y resultan al paladar suaves, gelatinosas y fundentes.
Elaboración:
Limpieza de la carne. En cada carrillera podréis observar una especie de telilla blanca, tendones y zonas nerviosas que hay que eliminar. Hay que quitar todo lo sobrante, con un cuchillo bien afilado, procurando no llevarse la carne magra en el intento. Debemos dejar la pieza entera, roja y magra, con el aspecto de un solomillo, por decirlo de algún modo y salvando las distancias. Otra opción es encargarle al carnicero que las limpie.
Una vez limpia la carrillera, se sumerge durante unos minutos en agua fría con un chorro de vinagre para eliminar posibles restos de sangre, impurezas, etc.
A continuación las introducimos (previamente pasadas por el chorro de agua fría y escurridas) en una cazuela o fuente donde entren bien y las cubrimos con medio vaso de brandy, medio de vino de Oporto (o similar) y vino tinto suficiente para cubrirlas por completo (y tres dedos más). El vino tinto ha de ser "bebible". Nada de "Don Simón", tetrabricks, garrafón ni similares. No os voy a pedir que utilicéis un "Vega Sicilia", pero un crianza o parecido les va muy bien. Se aconseja cocinarlas en el mismo vino que se vaya a beber mientras las degustemos. Les añadimos también unos 10 o 12 granos de pimienta negra entera, un poco de tomillo y una puntita de hoja de laurel. No os paséis con las especias. En la maceración, los sabores de todas ellas se potencian y pueden llegar a resultar un poco "agresivas".
Colocamos esta cazuela en la nevera, tapada con papel film para que no adquiera aromas extraños, y dejamos macerar hasta el día siguiente.
Al día siguiente, escurrimos las carrilleras pasándoles un paño limpio o un poco de papel de cocina, SIN APRETAR para que no suelten el líquido absorbido y reservamos el vino, que es con lo que se elaborará la salsa.
Si tenemos una olla rápida las haremos (la primera parte de la cocción) en ella. Si no, en olla express y, si no hay más remedio, en una cazuela tradicional. Este primer golpe de calor "rápido" hará que, aparte de reducir el tiempo de cocción, resulten más melosas y tiernas. Es mejor que la cazuela NO tenga fondo antiadherente ya que, para conseguir una buena salsa, es mejor que la carne "se agarre" ligeramente en el proceso que a continuación veremos.
Una vez seleccionada la cazuela, le añadimos una cucharada de aceite de oliva que justo cree una película grasa en el fondo y ponemos a fuego fuerte. Una vez el aceite esté "fuertecito", introducimos una carrillera y la doramos por todas sus partes. Es importante que no las movamos mucho, que "se peguen" un poco al fondo. Una vez dorada la primera, la sacamos, reservamos en una fuente, e introducimos la segunda. Repetimos el proceso y así sucesivamente. Es decir, las haremos una por una para evitar que empiecen a cocerse en lugar de dorarse.
Cuando hayamos acabado con la última, y con la cazuela vacía aún en el fuego, añadimos en ésta un chorretón de brandy y rascamos el fondo de la misma con una espátula de madera para recoger lo "pegado" de la base. El contraste entre el frío del licor y lo caliente del metal hará que se desprenda con suma facilidad. Este proceso se denomina "desglasado" y con él conseguimos recoger todos los jugos que, de otra forma, se perderían. Por sí mismo, esto creará una salsa deliciosa. Dejamos reducir, si hubiera exceso de líquido, hasta que quede bastante denso y lo añadimos a la fuente donde teníamos reservadas las piezas de carne. Que no quede NI UNA GOTA en la cazuela.
Mientras estábamos dorando las carrilleras habremos aprovechado para ir pelando y troceando las 2 cebollas, los dientes de ajo, los puerros y el tomate, que ya tendremos reservados. No hace falta cortar muy finamente, ya que luego pasaremos y colaremos la salsa.
Echamos otras 2 cucharadas de aceite en la cazuela anterior (con fuego fuerte) y añadimos primero la cebolla, el ajo y los puerros, con una pizca de sal para que "sude" y una punta de cayena. No queremos que pique, sino que le dé un poco de "carácter" al guiso, a la vez que algo de sabor. Removemos y bajamos el fuego, pero no demasiado, ya que también nos interesa que se pegue (¡muy poco!) en el fondo (sin quemarse, obviamente, ya que daría mucho amargor y habría que desecharlo). Lo que queremos, para entendernos, es que las verduras cojan un tono, digamos, "otoñal".
Cuando todo esté "al punto", subimos el fuego y vertemos (sin retirar las verduras) un cacito pequeño del vino del macerado y rascamos otra vez con la espátula de madera para hacer, llamémoslo así, un segundo "desglasado". Cuando reduzca y casi se haya evaporado todo el líquido, echamos otro pequeño cacito de vino y repetimos el proceso. Y cuando casi se haya evaporado, volvemos a repetirlo. Es decir, tres veces en total. Ahora, por fin, añadimos de una vez el resto del vino, con especias y pimienta incluidas, que teníamos reservado.
Ponemos la carne (y todos los jugos obtenidos con el primer "desglasado") junto con el vino, mezclando todos los ingredientes utilizados hasta el momento. Cerramos la olla y lo tenemos, después de que empiece a salir el vapor, unos 15 minutos. Cortamos la cocción rápidamente poniendo la olla al chorro de agua fría, abrimos la tapa y sacamos las carrilleras.
Con ayuda de una batidora (o con un pasapurés) trituramos la verdura, junto con el vino, y lo pasamos todo a otra cazuela a través de un "chino" para que la salsa quede bien fina y sin tropiezos.
Ahora ponemos todo esto a fuego suave y le añadimos otra vez las carrilleras, que aún estarán duras. Dejamos cocer A FUEGO LENTO (con un ligero "chup-chup") hasta que la carne esté tierna, aproximádamente una hora, aunque esto no es una ciencia exacta. Sabremos que están tiernas cuando podamos introducir un cuchillo, sin casi oposición, de parte a parte.
Justo antes de que estén demasiado blandas, las sacamos y dejamos la salsa reduciendo. Las troceamos al gusto, normalmente en forma de escalopes gruesos, y las volvemos a juntar con la salsa.
Es ahora cuando añadimos la sal (¡ojo, no pasarse!) y dejamos un ratito más.
Una de las características de este plato, así como de otros de caza, callos, etc., es que están mucho mejor de un día para otro. EL GUISO SE TIENE QUE ASENTAR. Existe una gran diferencia entre comerlo recién hecho o al día siguiente.
Llegado el momento, observaréis (si todo ha salido bien) que se encuentra en un estado prácticamente sólido. Esto es debido a la cantidad de gelatina que contienen las carrilleras. Lo ponemos a calentar, a fuego MUY, MUY, MUY SUAVE para evitar que se pegue (ahora no nos interesa eso) añadiendo unas GOTITAS (repito, GOTITAS) de agua si fuera necesario.
Cuando empiece a borbotear ligeramente, le ponemos una "nuez" de mantequilla y movemos la cazuela como si estuviéramos haciendo un pil-pil, hasta que se deshaga. Esto le dará un brillo y un aspecto final inmejorable.
Servimos muy caliente, acompañado de una enorme barra de pan y un buen vaso de vino.
Publicado originalmete por Jon DC (SpeedMaster) en A todo diente...!!! Pecadillos gastronómicos
Aunque la receta parece muy larga, es muy sencilla de elaborar, es muy difícil que quede mal, a lo mejor no queda en su punto exacto la carne pero en ningún caso será un fracaso. Es probable que os salga una enorme cantidad de salsa, no es un problema porque se puede congelar y utilizar, por ejemplo, para unas albóndigas. En cuanto al uso de la olla rápida para toda la receta, no lo recomiendo, como os dije antes, van a quedar comestibles, pero la carne no queda tan bien como si la dejamos cocer a fuego lento un buen rato.
Y sobre todo, gracias a quién compartió la receta en la red, es muy buena, si lee esta entrada le animó a publicar las carrilleras al horno, que dijo que lo haría pero aún estoy esperando.
jueves, 17 de octubre de 2013
El Arte de la Cocina Francesa
Julia Child
Mi nuevo libro de cocina. Realmente, si todo fuera en su momento, tendría que haber leído primero a esta buena mujer y luego al gran Harold McGee, pero en traducciones la cosa va lenta y hasta ahora no he podido tener un libro de Julia Child traducido (mi objetivo para el 2014 será leer en inglés).
No os puedo contar mucho del interior, porque me lo compré ayer, pero si hay algo que puedo decir: es imprescindible. Julia Child fue muy popular en Estados Unidos, donde tenía un programa de televisión sobre cocina francesa. Acerco sus recetas y secretos a las amas de casa de una forma sencilla y cordial, lo que la llevo a tener una gran popularidad.
Creo que será un regalo a tener en cuenta para los gastroadictos estas navidades.
Alguien debería animarse y fotografiar las recetas del libro, sería muy interesante; si alguien lee esta entrada, tiene un blog y publica alguna de las recetas acompañada de fotos, por favor que me deje el enlace, lo publicaré aquí.
Besazos otoñales
Mi nuevo libro de cocina. Realmente, si todo fuera en su momento, tendría que haber leído primero a esta buena mujer y luego al gran Harold McGee, pero en traducciones la cosa va lenta y hasta ahora no he podido tener un libro de Julia Child traducido (mi objetivo para el 2014 será leer en inglés).
No os puedo contar mucho del interior, porque me lo compré ayer, pero si hay algo que puedo decir: es imprescindible. Julia Child fue muy popular en Estados Unidos, donde tenía un programa de televisión sobre cocina francesa. Acerco sus recetas y secretos a las amas de casa de una forma sencilla y cordial, lo que la llevo a tener una gran popularidad.
Creo que será un regalo a tener en cuenta para los gastroadictos estas navidades.
Alguien debería animarse y fotografiar las recetas del libro, sería muy interesante; si alguien lee esta entrada, tiene un blog y publica alguna de las recetas acompañada de fotos, por favor que me deje el enlace, lo publicaré aquí.
Besazos otoñales
viernes, 13 de septiembre de 2013
Conserva de Manzana
En Almibar al Brandy
Para hacer esta receta necesitaremos manzanas de cierta calidad, lo más naturales posibles, no es aconsejable utilizar manzanas enceradas ya que las cocinamos y consumiremos con su piel. Para la conserva he utilizado manzanitas pequeñas de un árbol del pueblo, son totalmente naturales ya que el manzano no recibe ningún cuidado durante el invierno.
Ingredientes:
- Manzanas (aproximadamente medio kilo)
- Canela en Rama
- Un trocito de Raíz de Jengibre del tamaño de un ajo
- El Zumo de un Limón
- Un vaso de Agua
- Tres cucharadas de azúcar
- Una cucharada de Brandy
Como en todas las conservas, es muy importante la limpieza, vamos a utilizar pequeños botes de 250/300ml. (los guardo de las alcaparras, las cebollitas o las conservas pequeñas de Bonduelle). Es importante lavar bien los botes y, aunque sea únicamente un detalle estético, retirar las etiquetas y los restos de goma. Esterilizamos los botes y las tapas, que no deben tener muescas, en la olla rápida. Utilizamos para el esterilizado de botes el accesorio portacomidas calado que solemos utilizar en la cocción al vapor.
Para esterilizar los botes ponemos un cuarto de litro de agua, es decir, como dos dedos de agua, en el fondo de la olla, metemos el portacomidas calado, y situamos encima los botes boca abajo con las tapas de pie entre ellos. Cerramos las olla, dejamos que suba al segundo nivel de presión, segunda anilla naranja, bajamos el fuego al mínimo y los tendremos esterilizados pasados veinte minutos.
Mientras se esterilizan los botes, vamos a lavar y cortar las manzanas, retirando los rabitos, las semillas y las partes feas. Una vez todas las manzanas preparadas en cubos, utilizaremos unos 600gr. de manzana, las cocinamos en la olla rápida, como tengo varias ollas mientras en la grande esterilizo los botes, en la pequeña voy a ir haciendo las manzanas. Regamos los cubitos de manzana con el zumo de un limón, añadimos una rama de canela, un trozo de raíz de jengibre del tamaño de un ajo y un vaso de agua. Cerramos la olla, dejamos que coja presión, y en el nivel de presión 1, para cocciones suaves, cocinamos la manzana dos minutos. Pasado el tiempo, esperamos que la presión baje para abrir la olla.
Cuando la olla ha perdido totalmente la presión, abrimos y colamos el líquido de cocer las manzanas. Retiramos la canela y el jengibre. Al líquido de cocer las manzanas, le añadimos un chorrito de brandy y tres cucharadas de azúcar, y preparamos un almibar clarito. Podemos hervirlo en un cazo, hasta que el azúcar este totalmente disuelto en el líquido y empiece a coger cuerpo, o en mi caso para mayor comodidad, lo eche al thermomix y lo tuve cuatro minutos, a 100º grados, velocidad cuatro.
En lo que se hace el almibar, sacamos los tarros esterilizados de la olla, con unas pinzas para no quemarnos, los ponemos sobre un paño limpio. Los vamos rellenando con los dados de manzana cocida. Según rellenamos les damos golpecitos sobre la mesa para que la manzana entre bien y queden llenitos. Una vez los botes llenos de manzana, incorporamos el almibar al brandy caliente, llenamos hasta arriba, cerramos los botes y los ponemos boca abajo para que ellos solos se hagan conserva.
Una vez frío, tendremos una conserva de manzana riquísima, con aroma de canela y un ligero sabor a coñac. Está de muerte lenta con cuajada, o con queso fresco, y combinan genial con tostaditas de paté. Las próximas navidades pondré un Canapé con Manzana en Almibar al Brandy y trocitos de Foie.
Y por cierto, ahora es el mejor momento para hacer Salsa de Tomate y Mermelada de Moras.
Para hacer esta receta necesitaremos manzanas de cierta calidad, lo más naturales posibles, no es aconsejable utilizar manzanas enceradas ya que las cocinamos y consumiremos con su piel. Para la conserva he utilizado manzanitas pequeñas de un árbol del pueblo, son totalmente naturales ya que el manzano no recibe ningún cuidado durante el invierno.
Ingredientes:
- Manzanas (aproximadamente medio kilo)
- Canela en Rama
- Un trocito de Raíz de Jengibre del tamaño de un ajo
- El Zumo de un Limón
- Un vaso de Agua
- Tres cucharadas de azúcar
- Una cucharada de Brandy
Como en todas las conservas, es muy importante la limpieza, vamos a utilizar pequeños botes de 250/300ml. (los guardo de las alcaparras, las cebollitas o las conservas pequeñas de Bonduelle). Es importante lavar bien los botes y, aunque sea únicamente un detalle estético, retirar las etiquetas y los restos de goma. Esterilizamos los botes y las tapas, que no deben tener muescas, en la olla rápida. Utilizamos para el esterilizado de botes el accesorio portacomidas calado que solemos utilizar en la cocción al vapor.
Para esterilizar los botes ponemos un cuarto de litro de agua, es decir, como dos dedos de agua, en el fondo de la olla, metemos el portacomidas calado, y situamos encima los botes boca abajo con las tapas de pie entre ellos. Cerramos las olla, dejamos que suba al segundo nivel de presión, segunda anilla naranja, bajamos el fuego al mínimo y los tendremos esterilizados pasados veinte minutos.
Mientras se esterilizan los botes, vamos a lavar y cortar las manzanas, retirando los rabitos, las semillas y las partes feas. Una vez todas las manzanas preparadas en cubos, utilizaremos unos 600gr. de manzana, las cocinamos en la olla rápida, como tengo varias ollas mientras en la grande esterilizo los botes, en la pequeña voy a ir haciendo las manzanas. Regamos los cubitos de manzana con el zumo de un limón, añadimos una rama de canela, un trozo de raíz de jengibre del tamaño de un ajo y un vaso de agua. Cerramos la olla, dejamos que coja presión, y en el nivel de presión 1, para cocciones suaves, cocinamos la manzana dos minutos. Pasado el tiempo, esperamos que la presión baje para abrir la olla.
Cuando la olla ha perdido totalmente la presión, abrimos y colamos el líquido de cocer las manzanas. Retiramos la canela y el jengibre. Al líquido de cocer las manzanas, le añadimos un chorrito de brandy y tres cucharadas de azúcar, y preparamos un almibar clarito. Podemos hervirlo en un cazo, hasta que el azúcar este totalmente disuelto en el líquido y empiece a coger cuerpo, o en mi caso para mayor comodidad, lo eche al thermomix y lo tuve cuatro minutos, a 100º grados, velocidad cuatro.
En lo que se hace el almibar, sacamos los tarros esterilizados de la olla, con unas pinzas para no quemarnos, los ponemos sobre un paño limpio. Los vamos rellenando con los dados de manzana cocida. Según rellenamos les damos golpecitos sobre la mesa para que la manzana entre bien y queden llenitos. Una vez los botes llenos de manzana, incorporamos el almibar al brandy caliente, llenamos hasta arriba, cerramos los botes y los ponemos boca abajo para que ellos solos se hagan conserva.
Una vez frío, tendremos una conserva de manzana riquísima, con aroma de canela y un ligero sabor a coñac. Está de muerte lenta con cuajada, o con queso fresco, y combinan genial con tostaditas de paté. Las próximas navidades pondré un Canapé con Manzana en Almibar al Brandy y trocitos de Foie.
Y por cierto, ahora es el mejor momento para hacer Salsa de Tomate y Mermelada de Moras.
domingo, 8 de septiembre de 2013
Garbanzos Guisados en Olla Rápida
Con Verduras y Patata
Vamos a guisar unos garbanzos de forma sencilla en la Olla Rápida Duromatic de Kuhn Rikon. Los garbanzos guisados se acompañan de patata y repollo, aderezados con un aliño de vinagreta a la mostaza.
Ingredientes para dos personas:
120 gr. de Garbanzos pesados en seco
Opcional un trozo de alga Kombu (para el remojo de la legumbre)
Verduras:
Un cuarto de Repollo
Dos Patatas medianas
Una Zanahoria
Media Cebolla
Una barra de Apio
Un Nabo
Un Puerro
Un Ajo
Especias:
Cinco bolitas de Pimienta Negra
Tres Clavos de especia
Media cucharadita de Comino en grano
Sal
Vinagreta a la Mostaza:
Media cucharadita de Mostaza de Dijon
Una parte de Vinagre de Sidra
Tres partes de Aceite de Oliva
Pimienta y Sal
Elaboración:
Pondremos en remojo los garbanzos, aproximadamente doce horas, los dejamos en agua fría con un trozo de alga kombu. A la hora de hacer el guiso retiramos el agua y el alga que habíamos añadido para ayudar a ablandar los garbanzos. Escurrimos y revisamos los garbanzos por si hay alguna piedrecilla o alguno negro que retiraremos.
Preparamos las verduras lavándolas bien. La zanahoria la pelamos con el pelapatatas tras retirarle el culo y la punta. El apio lo lavamos, suelo retirar también las puntas, en caso de tener hojitas las dejo. El nabo lo pelo con el pelapatatas y retiro el culo. El puerro le quito la primera capa, hago un corte en cruz en los extremos y lo lavo abriendolo un poco por la cruz para retirar posibles restos de arena. El ajo lo incorporo pelado. El cuarto de cebolla simplemente le retiro la primera capa.
Una vez todas las verduras limpias las colocamos en la olla, en el centro ponemos los garbanzos y cubrimos de agua. Añadimos las especias. Al cocinar en la Olla Rápida hay que tener cuidado con las especias ya que el sabor se potencia.
Cerramos la Olla, acercamos al fuego, seleccionamos fuego fuerte y esperamos que coja presión. En el momento que coge presión sube la válvula, ahora esperamos que asomen las rayas que indican el nivel de la presión. Para cocinar legumbres lo haremos en el nivel de presión 2.
Cuando asoma la segunda raya roja bajamos el fuego al mínimo. Los garbanzos se guisan en ocho minutos. Transcurridos los ocho minutos vamos a vaciar la válvula de presión. Hay tres maneras de purgar el vapor en las Ollas Rápidas Kuhn Rikon:
- Vaciado de vapor Lento: Apartamos la olla del fuego y dejamos enfriar (lo utilizaremos fundamentalmente para los caldos).
- Vaciado de vapor Normal: Presionamos ligeramente el indicador de presión con el dedo hasta que deje de salir vapor, es el método que utilizamos para los guisos de legumbre.
- Vaciado de vapor Rápido: Enfriamos el borde de la olla bajo un chorro de agua fría, solo el borde, ya que de lo contrario, el agua puede ser aspirada hacia el interior (lo utilizaremos para los guisos más delicados)
Para nuestros Garbanzos Guisados usamos el método normal de vaciar el vapor, apretando ligeramente la válvula. Una vez pierde la presión, abrimos la olla.
Retiramos el puerro, el nabo, el apio, la cebolla y el ajo. Estas verduras las desechamos, los garbanzos guisados los comemos con el acompañamiento del repollo, la patata y la zanahoria.
Preparamos una vinagreta con una cucharadita de mostaza de Dijon, una parte de vinagre y tres de aceite de oliva. Aliñamos los garbanzos y la verdura con la vinagreta. Para terminar, echamos unos toques de sal sobre las patatas y un poquito de pimienta negra recién molida, suelo echar también un poquito más de aceite con el spray.
Y ya tenemos nuestros garbanzos guisados con vinagreta de mostaza, un plato muy sencillo pero que realmente está muy bueno.
Vamos a guisar unos garbanzos de forma sencilla en la Olla Rápida Duromatic de Kuhn Rikon. Los garbanzos guisados se acompañan de patata y repollo, aderezados con un aliño de vinagreta a la mostaza.
Ingredientes para dos personas:
120 gr. de Garbanzos pesados en seco
Opcional un trozo de alga Kombu (para el remojo de la legumbre)
Verduras:
Un cuarto de Repollo
Dos Patatas medianas
Una Zanahoria
Media Cebolla
Una barra de Apio
Un Nabo
Un Puerro
Un Ajo
Especias:
Cinco bolitas de Pimienta Negra
Tres Clavos de especia
Media cucharadita de Comino en grano
Sal
Vinagreta a la Mostaza:
Media cucharadita de Mostaza de Dijon
Una parte de Vinagre de Sidra
Tres partes de Aceite de Oliva
Pimienta y Sal
Elaboración:
Pondremos en remojo los garbanzos, aproximadamente doce horas, los dejamos en agua fría con un trozo de alga kombu. A la hora de hacer el guiso retiramos el agua y el alga que habíamos añadido para ayudar a ablandar los garbanzos. Escurrimos y revisamos los garbanzos por si hay alguna piedrecilla o alguno negro que retiraremos.
Preparamos las verduras lavándolas bien. La zanahoria la pelamos con el pelapatatas tras retirarle el culo y la punta. El apio lo lavamos, suelo retirar también las puntas, en caso de tener hojitas las dejo. El nabo lo pelo con el pelapatatas y retiro el culo. El puerro le quito la primera capa, hago un corte en cruz en los extremos y lo lavo abriendolo un poco por la cruz para retirar posibles restos de arena. El ajo lo incorporo pelado. El cuarto de cebolla simplemente le retiro la primera capa.
Una vez todas las verduras limpias las colocamos en la olla, en el centro ponemos los garbanzos y cubrimos de agua. Añadimos las especias. Al cocinar en la Olla Rápida hay que tener cuidado con las especias ya que el sabor se potencia.
Cerramos la Olla, acercamos al fuego, seleccionamos fuego fuerte y esperamos que coja presión. En el momento que coge presión sube la válvula, ahora esperamos que asomen las rayas que indican el nivel de la presión. Para cocinar legumbres lo haremos en el nivel de presión 2.
Cuando asoma la segunda raya roja bajamos el fuego al mínimo. Los garbanzos se guisan en ocho minutos. Transcurridos los ocho minutos vamos a vaciar la válvula de presión. Hay tres maneras de purgar el vapor en las Ollas Rápidas Kuhn Rikon:
- Vaciado de vapor Lento: Apartamos la olla del fuego y dejamos enfriar (lo utilizaremos fundamentalmente para los caldos).
- Vaciado de vapor Normal: Presionamos ligeramente el indicador de presión con el dedo hasta que deje de salir vapor, es el método que utilizamos para los guisos de legumbre.
- Vaciado de vapor Rápido: Enfriamos el borde de la olla bajo un chorro de agua fría, solo el borde, ya que de lo contrario, el agua puede ser aspirada hacia el interior (lo utilizaremos para los guisos más delicados)
Para nuestros Garbanzos Guisados usamos el método normal de vaciar el vapor, apretando ligeramente la válvula. Una vez pierde la presión, abrimos la olla.
Retiramos el puerro, el nabo, el apio, la cebolla y el ajo. Estas verduras las desechamos, los garbanzos guisados los comemos con el acompañamiento del repollo, la patata y la zanahoria.
Preparamos una vinagreta con una cucharadita de mostaza de Dijon, una parte de vinagre y tres de aceite de oliva. Aliñamos los garbanzos y la verdura con la vinagreta. Para terminar, echamos unos toques de sal sobre las patatas y un poquito de pimienta negra recién molida, suelo echar también un poquito más de aceite con el spray.
Y ya tenemos nuestros garbanzos guisados con vinagreta de mostaza, un plato muy sencillo pero que realmente está muy bueno.
domingo, 1 de septiembre de 2013
Calamares en su Tinta
Con una Hora de Cocción
Los calamares en su tinta se pueden hacer y se pueden hacer bien, si queréis una receta rápida hasta podéis hacerlos en el thermomix, pero a fuego lento y con su salsa SIN HARINA quedan de muerte. Si además podéis conseguir tinta natural del propio calamar, eso sería un lujo. La receta es sencilla pero hay que tener paciencia y dejarlos hacer leeeeeentamente.
Ingredientes para dos personas,
- Medio kilo de Calamar Troceado
- Tres o cuatro cucharadas de Aceite de oliva
- Una Cebolla
- Un Dientes de Ajo
- Una hoja de Laurel
- Un Tomate maduro
- Medio vaso de Vino Blanco
- Dos Bolsitas de Tinta de Calamar o la tinta del calamar
- Una Cayena
- Sal y Pimienta
Elaboración:
En primer lugar preparamos los ingredientes: picamos la cebolla, la queremos lo más picadita posible por lo que podemos ayudarnos de un picador si disponemos de él, yo he usado la base del minipimer. El ajo lo voy a prensar con el prensaajos.
El tomate lo pelamos, para ello lo sobamos con el cuchillo hasta que notemos que la piel se separa, y pelamos. Una vez pelado, lo voy a cortar y pasar por el pasapures. Esto es muy importante, usad este aparato antiguo y notaréis la diferencia, no es lo mismo picar pequeñito o triturar que pasar por el pasapures.
Los calamares los compre congelados, los he dejado descongelar en la nevera dentro de un tupper con rejilla, para que el líquido que sueltan quede abajo. Si los compráis frescos en este enlace está publicada la forma de limpiar el calamar tras la receta de caldo de pescado: Limpiar Calamares.
Ahora vamos a cocinar, ponemos el aceite en una sartén amplia con la hoja de laurel. La cantidad de aceite podemos rebajarla a tres cucharadas sin problemas, yo la receta la tenía anotada con tres, luego como lo medí para publicar me pareció poco y eche cuatro, pero creo que tres es suficiente. Cuando empieza a freírse la hoja de laurel añadimos la cebolla picada con picadora y el ajo prensado, dejamos que se poche suavemente.
Mientras se está pochando, sobre la misma sartén, vamos pasando el tomate por el pasapures, no olvidéis al terminar echar a la sartén todo el tomate que queda en la base del pasapures. Rehogamos y añadimos los calamares, el vino blanco, la tinta, la cayena, sal y pimienta.
Vamos a dejar que se cocinen lentamente, con el fuego bajito, según el libro de Harold McGee "La cocina y los alimentos"; capítulo 4 Pescado y Marisco, "...las fibras musculares del calamar y del pulpo son sumamente finas por lo que su carne es densa y de textura fina. A diferencia del frágil colágeno del pescado, el colágeno de los pulpos y calamares tiene muchos enlaces cruzados y se comporta de manera parecida al colágeno de los animales terrestres.
El calamar y el pulpo se deben cocinar o bien breve y escasamente para evitar que las fibras musculares se endurezcan, o bien durante mucho tiempo para disolver el colágeno. (...) Si se cocinan suave y continuamente durante una hora o más, el colágeno duro y contraído se disuelve y forma gelatina, dando a la carne una suculencia sedosa. (pág. 244).
Es decir, que vamos a tener nuestros calamares a fuego suave durante una hora. A mi este tipo de cocciones tan largas me dan cierto reparo, pero de verdad probadlo, es cuestión de tener el fuego muy flojito y estar echándole un ojo de vez en cuando, veréis como el calamar suelta todo el agua, luego empieza a reducir y al final la salsa parece que estuviera ligada con harina, como una bechamel clarita, pero no hemos echado NADA de harina.
Es difícil verlo en las fotos, pero os aseguro que tenéis que probarlo, los calamares quedan riquísimos y la salsa estupenda, perfectamente ligada, los calamares, pese a ser congelados quedaron muy bien, no obstante como les vamos a dedicar tanto tiempo, si tenemos producto fresco, mejor que mejor.
Un último detalle, los calamares se quedan en nada, vamos que necesitan arroz para ser un plato de verdad. Si sois cuatro echad un kilo sin duda.
Los calamares en su tinta se pueden hacer y se pueden hacer bien, si queréis una receta rápida hasta podéis hacerlos en el thermomix, pero a fuego lento y con su salsa SIN HARINA quedan de muerte. Si además podéis conseguir tinta natural del propio calamar, eso sería un lujo. La receta es sencilla pero hay que tener paciencia y dejarlos hacer leeeeeentamente.
Ingredientes para dos personas,
- Medio kilo de Calamar Troceado
- Tres o cuatro cucharadas de Aceite de oliva
- Una Cebolla
- Un Dientes de Ajo
- Una hoja de Laurel
- Un Tomate maduro
- Medio vaso de Vino Blanco
- Dos Bolsitas de Tinta de Calamar o la tinta del calamar
- Una Cayena
- Sal y Pimienta
Elaboración:
En primer lugar preparamos los ingredientes: picamos la cebolla, la queremos lo más picadita posible por lo que podemos ayudarnos de un picador si disponemos de él, yo he usado la base del minipimer. El ajo lo voy a prensar con el prensaajos.
El tomate lo pelamos, para ello lo sobamos con el cuchillo hasta que notemos que la piel se separa, y pelamos. Una vez pelado, lo voy a cortar y pasar por el pasapures. Esto es muy importante, usad este aparato antiguo y notaréis la diferencia, no es lo mismo picar pequeñito o triturar que pasar por el pasapures.
Los calamares los compre congelados, los he dejado descongelar en la nevera dentro de un tupper con rejilla, para que el líquido que sueltan quede abajo. Si los compráis frescos en este enlace está publicada la forma de limpiar el calamar tras la receta de caldo de pescado: Limpiar Calamares.
Ahora vamos a cocinar, ponemos el aceite en una sartén amplia con la hoja de laurel. La cantidad de aceite podemos rebajarla a tres cucharadas sin problemas, yo la receta la tenía anotada con tres, luego como lo medí para publicar me pareció poco y eche cuatro, pero creo que tres es suficiente. Cuando empieza a freírse la hoja de laurel añadimos la cebolla picada con picadora y el ajo prensado, dejamos que se poche suavemente.
Mientras se está pochando, sobre la misma sartén, vamos pasando el tomate por el pasapures, no olvidéis al terminar echar a la sartén todo el tomate que queda en la base del pasapures. Rehogamos y añadimos los calamares, el vino blanco, la tinta, la cayena, sal y pimienta.
Vamos a dejar que se cocinen lentamente, con el fuego bajito, según el libro de Harold McGee "La cocina y los alimentos"; capítulo 4 Pescado y Marisco, "...las fibras musculares del calamar y del pulpo son sumamente finas por lo que su carne es densa y de textura fina. A diferencia del frágil colágeno del pescado, el colágeno de los pulpos y calamares tiene muchos enlaces cruzados y se comporta de manera parecida al colágeno de los animales terrestres.
El calamar y el pulpo se deben cocinar o bien breve y escasamente para evitar que las fibras musculares se endurezcan, o bien durante mucho tiempo para disolver el colágeno. (...) Si se cocinan suave y continuamente durante una hora o más, el colágeno duro y contraído se disuelve y forma gelatina, dando a la carne una suculencia sedosa. (pág. 244).
Es decir, que vamos a tener nuestros calamares a fuego suave durante una hora. A mi este tipo de cocciones tan largas me dan cierto reparo, pero de verdad probadlo, es cuestión de tener el fuego muy flojito y estar echándole un ojo de vez en cuando, veréis como el calamar suelta todo el agua, luego empieza a reducir y al final la salsa parece que estuviera ligada con harina, como una bechamel clarita, pero no hemos echado NADA de harina.
Es difícil verlo en las fotos, pero os aseguro que tenéis que probarlo, los calamares quedan riquísimos y la salsa estupenda, perfectamente ligada, los calamares, pese a ser congelados quedaron muy bien, no obstante como les vamos a dedicar tanto tiempo, si tenemos producto fresco, mejor que mejor.
Un último detalle, los calamares se quedan en nada, vamos que necesitan arroz para ser un plato de verdad. Si sois cuatro echad un kilo sin duda.
martes, 27 de agosto de 2013
Ensalada Campera
Ensalada de Patata
A estas alturas del verano, y lo que es peor, a estas alturas de blog ¿es posible que no tenga publicada la receta de la Ensalada Campera?. Pues si señor, después de estar escribiendo un blog de recetas de cocina desde el año 2007, pasados siete veranos y a punto de terminar el octavo, nunca había publicado la receta de la ensalada más típica, la ensalada de verano por antonomasia, la reina de los aperitivos veraniegos.
Pero no nos preocupemos, aquí la traigo, redactadita y preciosa, con sus fotos y todo, viene de prestado de "Cocina en Olla Rápida", pero viene, y como no puede faltar esta receta esencial, hoy publicamos: Ensalada Campera.
Hay muchas formas de preparar la Ensalada de Patata, muchas recetas y variantes, pero lo básico es siempre lo mismo, patatas y huevo con pepino tomate y pimiento, no puede faltar la cebolla y le alegra unos trozos de bonito en escabeche. En esta ocasión me he permitido cocer, tanto las patatas como los huevos, en versión express, he ahorrado tiempo y energía, y creo que queda estupendamente.
Ingredientes para dos personas,
Para la Ensalada:
- Dos Patatas medianas o una grande
- Dos Huevos
- Un Pimiento verde
- Un Pepino
- Un Tomate
- Una Cebolleta, o media si es grande
- 100 gr. de Bonito en Escabeche (puede sustituirse por atún)
Para la Vinagreta:
- Una cucharada de Vinagre de vino
- Tres cucharadas de Aceite de Oliva
- Una pizca de Sal
Elaboración:
Vamos a cocer las patatas y los huevos en la Olla Rápida, con el mismo método que la Ensaladilla Rusa. Ponemos en el fondo de la olla las patatas y echamos agua hasta cubrir. Añadimos las patitas y el accesorio de vapor y ponemos encima los dos huevos.
Cerramos la olla, encendemos el fuego y esperamos a que suban las dos rayitas (presión 2); bajamos el fuego al mínimo y contamos seis minutos.
En el tiempo que cocemos las patatas y los huevos vamos a preparar los demás ingredientes de la ensalada. En esta ocasión, como la estaba preparando para llevar, he utilizado un tupper. En el fondo del tupper, donde luego transportaré la Ensalada, echo una cucharada de vinagre, añado la sal y mezclo hasta que la sal se integra en el vinagre, entonces añado las tres cucharadas de aceite y mezclo nuevamente. Voy a ir cortando los demás ingredientes e incorporándolos a la vinagreta.
La cebolleta en brunoisse, el pimiento y el tomate en dados. El pimiento lo cortamos siempre por la parte de dentro, con la piel hacia abajo, tras retirar las semillas y los filamentos blancos.
El pepino lo he pelado, en algunas ocasiones lo utilizo bien lavado sin pelar, pero para esta ensalada, como ya tengo color verde del pimiento, prefiero pelarlo: primero corto los dos culos del pepino y los froto contra el propio pepino porque en algún sitio leí que así no amargan, luego lo pelo con el pelapatatas que resulta muy sencillo, finalmente lo corto en dados, primero lo corto a la mitad, lo apoyo en la tabla y lo corto en tiras, junto todas las tiras y hago dados.
Mezclo con la vinagreta la cebolleta, el pimiento, el pepino y el tomate; más o menos he tardado el tiempo de cocer las patatas y los huevos, seis minutos, por lo que aparto la olla del fuego, dejo escapar el vapor y con un guante para no quemarme retiro los huevos, los pongo bajo el chorro de agua fría para refrescarlos. Las patatas las saco pinchándolas con un tenedor, y en caliente, sujetas en el tenedor, retiro la piel, es muy sencillo y sale muy fácil, solo hay que tener cuidado de no quemarse.
Corto patatas y huevos, echo un poquito de sal sobre la patata (no eche sal al agua de cocción), y lo incorporo a la ensalada, añado el bonito en escabeche, y remuevo todo bien. Ya tengo mi ensalada preparada y lista para llevar.
Al hilo de esta receta os cuento, que he pensado en varias ocasiones, que por considerar algo conocido y cotidiano, lo descartamos, lo valoramos poco, y con el tiempo nos damos cuenta que las cosas más sencillas, las que ignoramos a veces, son importantes.
Feliz vuelta de las vacaciones ¡¡¡
A estas alturas del verano, y lo que es peor, a estas alturas de blog ¿es posible que no tenga publicada la receta de la Ensalada Campera?. Pues si señor, después de estar escribiendo un blog de recetas de cocina desde el año 2007, pasados siete veranos y a punto de terminar el octavo, nunca había publicado la receta de la ensalada más típica, la ensalada de verano por antonomasia, la reina de los aperitivos veraniegos.
Pero no nos preocupemos, aquí la traigo, redactadita y preciosa, con sus fotos y todo, viene de prestado de "Cocina en Olla Rápida", pero viene, y como no puede faltar esta receta esencial, hoy publicamos: Ensalada Campera.
Hay muchas formas de preparar la Ensalada de Patata, muchas recetas y variantes, pero lo básico es siempre lo mismo, patatas y huevo con pepino tomate y pimiento, no puede faltar la cebolla y le alegra unos trozos de bonito en escabeche. En esta ocasión me he permitido cocer, tanto las patatas como los huevos, en versión express, he ahorrado tiempo y energía, y creo que queda estupendamente.
Ingredientes para dos personas,
Para la Ensalada:
- Dos Patatas medianas o una grande
- Dos Huevos
- Un Pimiento verde
- Un Pepino
- Un Tomate
- Una Cebolleta, o media si es grande
- 100 gr. de Bonito en Escabeche (puede sustituirse por atún)
Para la Vinagreta:
- Una cucharada de Vinagre de vino
- Tres cucharadas de Aceite de Oliva
- Una pizca de Sal
Elaboración:
Vamos a cocer las patatas y los huevos en la Olla Rápida, con el mismo método que la Ensaladilla Rusa. Ponemos en el fondo de la olla las patatas y echamos agua hasta cubrir. Añadimos las patitas y el accesorio de vapor y ponemos encima los dos huevos.
Cerramos la olla, encendemos el fuego y esperamos a que suban las dos rayitas (presión 2); bajamos el fuego al mínimo y contamos seis minutos.
En el tiempo que cocemos las patatas y los huevos vamos a preparar los demás ingredientes de la ensalada. En esta ocasión, como la estaba preparando para llevar, he utilizado un tupper. En el fondo del tupper, donde luego transportaré la Ensalada, echo una cucharada de vinagre, añado la sal y mezclo hasta que la sal se integra en el vinagre, entonces añado las tres cucharadas de aceite y mezclo nuevamente. Voy a ir cortando los demás ingredientes e incorporándolos a la vinagreta.
La cebolleta en brunoisse, el pimiento y el tomate en dados. El pimiento lo cortamos siempre por la parte de dentro, con la piel hacia abajo, tras retirar las semillas y los filamentos blancos.
El pepino lo he pelado, en algunas ocasiones lo utilizo bien lavado sin pelar, pero para esta ensalada, como ya tengo color verde del pimiento, prefiero pelarlo: primero corto los dos culos del pepino y los froto contra el propio pepino porque en algún sitio leí que así no amargan, luego lo pelo con el pelapatatas que resulta muy sencillo, finalmente lo corto en dados, primero lo corto a la mitad, lo apoyo en la tabla y lo corto en tiras, junto todas las tiras y hago dados.
Mezclo con la vinagreta la cebolleta, el pimiento, el pepino y el tomate; más o menos he tardado el tiempo de cocer las patatas y los huevos, seis minutos, por lo que aparto la olla del fuego, dejo escapar el vapor y con un guante para no quemarme retiro los huevos, los pongo bajo el chorro de agua fría para refrescarlos. Las patatas las saco pinchándolas con un tenedor, y en caliente, sujetas en el tenedor, retiro la piel, es muy sencillo y sale muy fácil, solo hay que tener cuidado de no quemarse.
Corto patatas y huevos, echo un poquito de sal sobre la patata (no eche sal al agua de cocción), y lo incorporo a la ensalada, añado el bonito en escabeche, y remuevo todo bien. Ya tengo mi ensalada preparada y lista para llevar.
Al hilo de esta receta os cuento, que he pensado en varias ocasiones, que por considerar algo conocido y cotidiano, lo descartamos, lo valoramos poco, y con el tiempo nos damos cuenta que las cosas más sencillas, las que ignoramos a veces, son importantes.
Feliz vuelta de las vacaciones ¡¡¡
jueves, 22 de agosto de 2013
Leche de Avena
Receta y Comentarios
Sobre las leches vegetales se puede hablar mucho, y si nos ponemos y nos metemos en faena, hasta podemos llegar a relacionarlo con otros temas que no vienen al caso y terminar haciendo proselitismo del vegetarianismo. Pero hoy no tengo el día de divagar, hoy estoy contenta, algo tendrá que ver que aún no me he incorporado al trabajo y estoy pasando los últimos días de vacaciones en casa. Y quizá por que estoy en casa, quizá porque me sobra tiempo, me he lanzado a preparar leche de avena, y me ha sorprendido muy gratamente.
La base de la receta que he utilizado es la del recetario Vorwek de Thermomix, le he añadido algunas modificaciones que ahora os cuento, pero lo que me sorprende es que he visitado varios blogs comparando recetas y la impresión general que me llevo es que esta receta aburre. Hay quién pone unas fotos maravillosas, quién nos cuenta su vida y la de su familia, pero ninguno de los blogs y recetas visitadas me ha transmitido la sensación que he tenido al abrir el thermomix.
Leche de Avena
Ingredientes para un litro de leche:
- 1 litro de Agua
- 30 gr. de Copos de Avena
- 1 cucharadita de Aceite de Girasol
- 80 gr. de Azúcar (Opcional)
- 1 sobre de azúcar vainillado del LIDL
- 1 pellizco de Sal Maldón
Como puede observarse en los ingredientes he rebajado la cantidad de agua, la receta base de vorwek utiliza litro y medio pero me pareció excesivo para la proporción de avena. También he quitado el azúcar y echado exclusivamente un sobre de azúcar vainillado, realmente no estoy elaborando un refresco, una horchata, sino una leche vegetal que utilizaré como tal y, al igual que la leche de vaca, si quiero azúcar en el café lo añado luego. Respecto a la sal me pareció más adecuado usar cristales de sal maldón que son bastante más puros. Y en cuanto al aceite, es lo que da untuosidad, se puede prescindir de aceite pero nos quedará como aguado.
Elaboración:
Echamos en el thermomix el agua, sobre el agua añadimos la avena (pesada), el aceite de girasol, el sobre de azúcar vainillado y la pizca de sal. Cerramos el thermomix, programamos 10 minutos a 90º en velocidad 5. Al terminar el tiempo y abrir la tapa, es increíble el olor tan rico y la espuma blanca que aparece arriba, de verdad que merece la pena probar solo por ese momento al abrir la tapa del thermomix.
Ahora llega el momento que me parecía delicado, yo no tengo tropecientos coladores, ni gasas, ni todas esas cosas raras que parecen necesarias. La leche era evidente que quería guardarla en una botella, pero el problema está que la botella tiene el cuello pequeño y mi colador de tela es más grande. Así que me decante por colar la leche en una jarra para luego pasarlo a la botella.
También me sorprendió que la avena se ha desintegrado, esperaba encontrar trocitos, pero no, solo ha quedado en el colador una ligera crema de tono beis. Cuando he pasado a la jarra todo el líquido del thermomix, según se ha ido llenando la jarra he ido levantando el colador y ayudándome con una cucharilla, para remover y colar, al final he apoyado el colador en el thermomix y pasado el líquido a la botella.
Una vez en la botella no es adecuado tapar en caliente por lo que, para evitar que entren bacterias, he puesto un papel de cocina doblado con una servilleta. Ahora me preocupa la caducidad de la leche, que supongo estará en torno a los tres o cuatros días. El colador lo he vuelto a poner sobre la jarra para lavar el thermomix, por cierto, esta es una de esas recetas que dejan el thermomix bastante sucio, mejor lavarlo en seguida (jarra a la mitad de agua y veinte segundos velocidad nueve, tiramos el agua sucia, pasamos un estropajo suavemente por las paredes y volvemos a llenar de agua, nuevamente veinte segundos velocidad nueve; la tapa y el cubilete los friego con una gota de detergente en el momento y ya lo dejo todo limpio).
Dos detalles más: la gomita verde con la que sujeto la servilleta es de los espárragos, las guardo porque me parecen monísimas para estas cosas. El colador sigue en la jarra y está terminando de gotear para echarme una nube de leche al té.
Y estamos de vuelta, me quedan pocos días para empezar a trabajar, pero como dicen muchos, gracias que tengo que volver al trabajo.
Sobre las leches vegetales se puede hablar mucho, y si nos ponemos y nos metemos en faena, hasta podemos llegar a relacionarlo con otros temas que no vienen al caso y terminar haciendo proselitismo del vegetarianismo. Pero hoy no tengo el día de divagar, hoy estoy contenta, algo tendrá que ver que aún no me he incorporado al trabajo y estoy pasando los últimos días de vacaciones en casa. Y quizá por que estoy en casa, quizá porque me sobra tiempo, me he lanzado a preparar leche de avena, y me ha sorprendido muy gratamente.
La base de la receta que he utilizado es la del recetario Vorwek de Thermomix, le he añadido algunas modificaciones que ahora os cuento, pero lo que me sorprende es que he visitado varios blogs comparando recetas y la impresión general que me llevo es que esta receta aburre. Hay quién pone unas fotos maravillosas, quién nos cuenta su vida y la de su familia, pero ninguno de los blogs y recetas visitadas me ha transmitido la sensación que he tenido al abrir el thermomix.
Leche de Avena
Ingredientes para un litro de leche:
- 1 litro de Agua
- 30 gr. de Copos de Avena
- 1 cucharadita de Aceite de Girasol
- 80 gr. de Azúcar (Opcional)
- 1 sobre de azúcar vainillado del LIDL
- 1 pellizco de Sal Maldón
Como puede observarse en los ingredientes he rebajado la cantidad de agua, la receta base de vorwek utiliza litro y medio pero me pareció excesivo para la proporción de avena. También he quitado el azúcar y echado exclusivamente un sobre de azúcar vainillado, realmente no estoy elaborando un refresco, una horchata, sino una leche vegetal que utilizaré como tal y, al igual que la leche de vaca, si quiero azúcar en el café lo añado luego. Respecto a la sal me pareció más adecuado usar cristales de sal maldón que son bastante más puros. Y en cuanto al aceite, es lo que da untuosidad, se puede prescindir de aceite pero nos quedará como aguado.
Elaboración:
Echamos en el thermomix el agua, sobre el agua añadimos la avena (pesada), el aceite de girasol, el sobre de azúcar vainillado y la pizca de sal. Cerramos el thermomix, programamos 10 minutos a 90º en velocidad 5. Al terminar el tiempo y abrir la tapa, es increíble el olor tan rico y la espuma blanca que aparece arriba, de verdad que merece la pena probar solo por ese momento al abrir la tapa del thermomix.
Ahora llega el momento que me parecía delicado, yo no tengo tropecientos coladores, ni gasas, ni todas esas cosas raras que parecen necesarias. La leche era evidente que quería guardarla en una botella, pero el problema está que la botella tiene el cuello pequeño y mi colador de tela es más grande. Así que me decante por colar la leche en una jarra para luego pasarlo a la botella.
También me sorprendió que la avena se ha desintegrado, esperaba encontrar trocitos, pero no, solo ha quedado en el colador una ligera crema de tono beis. Cuando he pasado a la jarra todo el líquido del thermomix, según se ha ido llenando la jarra he ido levantando el colador y ayudándome con una cucharilla, para remover y colar, al final he apoyado el colador en el thermomix y pasado el líquido a la botella.
Una vez en la botella no es adecuado tapar en caliente por lo que, para evitar que entren bacterias, he puesto un papel de cocina doblado con una servilleta. Ahora me preocupa la caducidad de la leche, que supongo estará en torno a los tres o cuatros días. El colador lo he vuelto a poner sobre la jarra para lavar el thermomix, por cierto, esta es una de esas recetas que dejan el thermomix bastante sucio, mejor lavarlo en seguida (jarra a la mitad de agua y veinte segundos velocidad nueve, tiramos el agua sucia, pasamos un estropajo suavemente por las paredes y volvemos a llenar de agua, nuevamente veinte segundos velocidad nueve; la tapa y el cubilete los friego con una gota de detergente en el momento y ya lo dejo todo limpio).
Dos detalles más: la gomita verde con la que sujeto la servilleta es de los espárragos, las guardo porque me parecen monísimas para estas cosas. El colador sigue en la jarra y está terminando de gotear para echarme una nube de leche al té.
Y estamos de vuelta, me quedan pocos días para empezar a trabajar, pero como dicen muchos, gracias que tengo que volver al trabajo.
martes, 12 de marzo de 2013
Batido de Lechuga con Fresas
Batidos Verdes
En la página de Vida en Tu Comida podemos leer en español sobre los beneficios de los batidos verdes, el resumen está recogido o inspirado en los libros de Victoria Boutenko, quizá se trate de una "tendencia" pasajera pero, defendidos y abalados principalmente por seguidores de la dieta vegana, estos batidos están de moda. Y está primavera van a ser lo último en dietas de depuración.
Siendo críticos, por estos lares ya comemos suficientes ensaladas como para necesitar más hojas verdes, pero no podemos asegurar que la tradición de la ensalada se mantenga, por tanto un batido verde por la mañana, mientras nadie venga a decir lo contrario, es todo maravilla para nuestro cuerpo.
Sencillamente se trata de iniciar el día con un estupendo batido de hojas verdes con fruta, si dispones de Thermomix, esta sería la receta base para un batido:
60% de Fruta, por ejemplo fresas.
40% de Hojas verdes, podemos usar cogollos de lechuga.
Un poquito de Agua.
Ponemos los ingrediente bien lavados en el vaso del thermomix, e insertamos el cestillo para triturar bien, programando 30 segundos a velocidad cinco, seguidamente programamos 2 minutos a máxima velocidad, y listo, ya tenemos nuestro batido verde de fresa.
Otras combinaciones:
Sandía con lechuga
Plátanos con espinacas
Kiwi con espinacas
Uvas con canónigos
Fresas, naranja y lechuga
Kiwis, peras y espinacas
Melocotones, nectarinas, lechuga y berza
Mangos, plátanos, lechuga y berros
Plátanos, fresas y espinaca
Piña con pepino y lechuga
El tema de incluir el cestillo dentro del vaso del thermomix es porque estoy triturando poca cantidad, si no ponemos el cestillo nos quedaran la fruta en tropezones, si hacemos mucha cantidad de batido no es necesario el cestillo, pero conseguir que mucha gente se anime a probar un batido de lechuga con fresas es difícil.
Por cierto, ya tengo 39 años, mi cumple fue ayer.
Nota: La imagen es de Corbis (Libre de Derechos).
En la página de Vida en Tu Comida podemos leer en español sobre los beneficios de los batidos verdes, el resumen está recogido o inspirado en los libros de Victoria Boutenko, quizá se trate de una "tendencia" pasajera pero, defendidos y abalados principalmente por seguidores de la dieta vegana, estos batidos están de moda. Y está primavera van a ser lo último en dietas de depuración.
Siendo críticos, por estos lares ya comemos suficientes ensaladas como para necesitar más hojas verdes, pero no podemos asegurar que la tradición de la ensalada se mantenga, por tanto un batido verde por la mañana, mientras nadie venga a decir lo contrario, es todo maravilla para nuestro cuerpo.
Sencillamente se trata de iniciar el día con un estupendo batido de hojas verdes con fruta, si dispones de Thermomix, esta sería la receta base para un batido:
60% de Fruta, por ejemplo fresas.
40% de Hojas verdes, podemos usar cogollos de lechuga.
Un poquito de Agua.
Ponemos los ingrediente bien lavados en el vaso del thermomix, e insertamos el cestillo para triturar bien, programando 30 segundos a velocidad cinco, seguidamente programamos 2 minutos a máxima velocidad, y listo, ya tenemos nuestro batido verde de fresa.
Otras combinaciones:
Sandía con lechuga
Plátanos con espinacas
Kiwi con espinacas
Uvas con canónigos
Fresas, naranja y lechuga
Kiwis, peras y espinacas
Melocotones, nectarinas, lechuga y berza
Mangos, plátanos, lechuga y berros
Plátanos, fresas y espinaca
Piña con pepino y lechuga
El tema de incluir el cestillo dentro del vaso del thermomix es porque estoy triturando poca cantidad, si no ponemos el cestillo nos quedaran la fruta en tropezones, si hacemos mucha cantidad de batido no es necesario el cestillo, pero conseguir que mucha gente se anime a probar un batido de lechuga con fresas es difícil.
Por cierto, ya tengo 39 años, mi cumple fue ayer.
Nota: La imagen es de Corbis (Libre de Derechos).
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