viernes, 23 de marzo de 2012

Coliflor Gratinada

Con Bechamel de Centeno, Alcaparras y Piñones

El otro día estaba comprando algunas cosillas en LIDL, cuando ví en la zona de congelados algunos productos nuevos, como las coles de bruselas y la coliflor. La coliflor, ingrediente principal de esta receta, no está mal, pero creo que tiene mejor calidad la congelada de Mercadona o la Basic de la Sirena, entre los ramilletes había alguno oscuro que deseche.

Ingredientes:

Una bolsa de Coliflor congelada
400 gr. de Leche desnatada
40 gr. de Harina de Centeno Integral
40 gr. de Aceite de Oliva
Una cucharada de Alcaparras
Una cucharada de Piñones
Lascas de Queso Parmesano
Sal
Pimienta
Nuez Moscada

Elaboración:

Vamos hacer una receta muy sencilla, la típica coliflor cocida y gratinada con bechamel pero le damos un toque especial a la bechamel, con la harina de centeno integral, las alcaparras y los piñones.


Empezamos poniendo agua a hervir en una cazuela, no llenamos la cazuela de agua porque luego al echar la coliflor puede desbordarse. Cuando el agua hierve, echamos un poquito de sal y la coliflor, directamente congelada, casi todas las marcas de coliflor congelada se cuecen en cinco o seis minutos, es mejor no pasarse de tiempo y dejarla al dente.


Mientras cocemos la coliflor vamos a preparar la bechamel. Uso el sistema de Fernando Canales, pongo la leche a hervir y en una taza mezclo la harina y el aceite, cuando la leche está caliente añado sal y nuez moscada y la mezcla de harina con aceite, en este caso harina de centeno integral y aceite de oliva virgen.


En esta foto tengo la leche caliente, con la sal y la nuez moscada, ahora añado la mezcla que aparece en la foto anterior, la harina con el aceite, lo he mezclado de forma que quede una crema. La echo en la leche y con unas varillas doy vueltas, en seguida vemos como coge consistencia, "engorda", y tenemos una bechamel, muy fácil y super rápido.


Y cuando ya tengo la bechamel de centeno, le añado una cucharada de alcaparras para darle el toque especial a la bechamel, realmente el sabor del centeno es más fuerte que la harina de trigo blanca, asi que las alcaparras le quedan bastante bien, pero no es el sabor clásico de la bechamel, hay que probarlo, y si os gustan las cosas integrales, os gustará.


Ahora que ya tengo la coliflor hervida, la he puesto en una fuente para horno y la he cubierto con la bechamel de centeno y alcaparras. Termino la fuente echando unas lascas de parmesano y unos piñones.
Y la meto al horno para gratinar unos cinco o diez minutos, depende de la potencia del horno. Generalmente yo enciendo el grill al tiempo de echar la coliflor a hervir.


Y el resultado, no lo pondría para una cena con invitados, pero es una forma de comer verdura y me gusta la bechamel de centeno con el contraste de las alcaparras, porque realmente la coliflor no sabe a nada, verdad?

Besos y feliz finde.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Potaje de Cuaresma

Con garbanzos, bacalao y espinacas

En casa de mis padres la tradición de cuaresma es comer potaje los viernes. A mi de pequeña no me gustaba, recuerdo que me invitaron a comer a casa de una amiga del colegio, y su madre nos puso potaje. Cuando mi madre vino a recogerme pregunto si había comida bien y la señora le dijo encantada que me había comido el potaje estupendamente y me había gustado muchísimo. Mi madre no daba crédito, yo apenas lo recuerdo, pero recuerdo aquella mirada de asombro, desde entonces como potaje, y además me gusta.

Ingredientes:
300 gr. de Garbanzos
Una cola de Bacalao salado, unos 600 gr.
Espinacas, una bolsa de 300 gr. (no he encontrado frescas)
Un puerro
Una cebolla
Tres ajos
Dos hojas de Laurel (una si está fresco)
Un cucharada de Pimentón
Una cucharadita de Comino
Aceite de Oliva



Elaboración:
El potaje tenemos que planificarlo, para desalar el bacalao, remojar los garbanzos y dejarlo reposar 24 horas, por tanto empezamos tres días antes, poniendo el bacalao en agua, en una fuente de pyrex cubierta y guardado en la nevera. El agua para desalar el bacalao la cambiamos por la mañana y por la noche, tiramos el agua en la que empezamos el desalado y llenamos nuevamente con agua limpia.

El día anterior a la cocción, día dos, ponemos los garbanzos a remojo, cubiertos de agua. El día tres hacemos el potaje, hay varias formas, todas buenas, especialmente me llamó la atención una receta en la que cocían el bacalao desde el principio con los garbanzos para luego desecharlo, creo que es una pena tirar el bacalao y hay un pequeño truco para que el potaje tome todo el sabor sin estropear la carne del pescado.


Retiramos la piel del bacalao, apollamos un trozo sobre la madera y deslizamos el cuchillo justo entre la piel y la carne, sale muy fácil, en cuanto quitas uno ya vas quitando todos, y puedes aprovechar para hacer trozos más pequeños el bacalao y retirar espinas, alguna siempre queda, pero es lo que tiene el potaje.


Ponemos a cocer los garbanzos con media cebolla, el puerro, dos ajos, dos hojas de laurel, una cucharadita de comino... y la piel del bacalao (aquí está el truco), el resto del bacalao, la carne, la reservamos cortada en cubos. Cuando los garbanzos comienzan a estar blandos, esto depende del tipo y de la cosecha, si son de la última tardan menos, entonces es el momento de hacer el sofrito.

Antes de ponernos con el sofrito, sacamos de la cazuela donde hierven los garbanzos, que ya están blandos o les queda muy poquito, el puerro, la cebolla, los ajos, las pieles de bacalao y el laurel, es decir, dejamos los garbanzos limpios solo con el caldo de su cocción. En una sarten con un poco de aceite rehogamos un ajo picado y media cebolla en brunoisse, añadimos una cucharada de pimentón y lo echamos a la cazuela de los garbanzos, con las espinacas y el bacalao, dejamos que todo junto se cocine unos diez minutos, y ya está, rectificamos de sal, no le había echado antes por si acaso ya que el bacalao aún desalado da mucho sabor.

El potaje podemos hacerlo de forma tradicional, cocinado en una cazuela normal, o en la olla rápida, en la WMF tardaremos unos 25 minutos, la primera cocción de los garbanzos son 12 minutos en presión dos, luego dejamos escapar el vapor en lo que vamos preparando el sofrito, movemos un poco la olla cuando haya bajado totalmente la válvula, abrimos la tapa, siempre mirando al lado contrario de nuestra cara y sacamos la verdura junto a las pieles de bacalao, acercamos nuevamente al fuego, añadimos el sofrito de cebolla con el pimentón, las espinacas cortadas y los dados de bacalao, y sin tapa de presión lo dejamos cocer a fuego medio bajo diez minutos más todo junto.


Veinticuatro horas después, el cuarto día, nos comemos el Potaje de Cuaresma, a ser posible en viernes, para cumplir la tradición.

Mi potaje es muy sencillo y tiene mucho bacalao, a mi me gusta así, hay quien echa poco pescado y pocas espinacas, siendo el principal los garbanzos, pero con estas cantidades el principal es el bacalao y las espinacas quedan al dente. Saque una foto recién hecho, del tupper para comer al día siguiente y el que he guardado en el congelador.


Se aprecia poco, pero recien hecho, y en caliente que hice esta foto, el caldo no aparece trabado, en cambio en la foto del día siguiente, pasadas 24 horas, el caldo si está densito, y no he hecho nada, solo dejarlo reposar. Por cierto, el tema de la pieles del bacalao solo lo he usado con la olla rápida, en este tipo de ollas las cosas no se mueven, a ver si me explico, tal cual dejas las cosas cuando cierras, tal cual están pasados los minutos de cocción, por tanto es muy facil retirarlas, igual que las verduras, quizá si guisamos los garbanzos en olla normal las pieles sean más dificiles de retirar luego.

Un beso y gracias por leerme,


martes, 14 de febrero de 2012

Setas a la Trufa Negra

Con Trufa Negra en Conserva

Como ya he dicho en otras ocasiones, esto mejora una barbaridad con productos frescos, pero mi economía no puede permitirse una trufa negra fresca, así que tenemos que conformarnos con una trufa en conserva. La receta es un primer paso, una vez preparadas las setas con trufa negra tenemos varias opciones, usarlas tal cual como guarnición, o acompañarlas de arroz blanco, o echar un brick de nata y crear una salsa de setas trufada deliciosa para una pasta, también podemos usarlo como base de una crema de setas con aroma de trufa, es cuestión de imaginar. 


Ingredientes:
250 / 300 gr. de Setas
50 gr. de Vino Blanco
Una Cebolla
Un Ajo
Dos cucharadas de Aceite de Oliva
Un dado de Mantequilla
Una Trufa Negra

Elaboración:
Lo primero que vamos hacer es poner dos cucharadas de aceite en una sartén y pochar la cebolla cortada muy fina junto con el ajo. En la foto vemos la cebolla recién incorporada a la sartén, fijaos que no hay aceite por los lados, porque hemos echado únicamente una cucharada.


Removemos bien la cebolla para que se impregne del aceite, que ya sabemos que hemos puesto poco. El fuego lo mantenemos bajo, para que la cebolla sude y no se pegue, la podemos tapar con una tapa de agujeros, las típicas universales que no encajan. Cuando tenemos la cebolla pochada, y antes de que empiece a dorarse, incorporamos una nueva cucharada de aceite y un dado de mantequilla.


En este paso muchos pensaran suprimir el dado de mantequilla y echar un pelín más de aceite, error, si suprimimos la mantequilla el sabor no es el mismo. Una vez incorporada la mantequilla y el aceite añadimos las setas picadas groseramente.



Rehogamos, dejamos que las setas se "doren" realmente no van a llegar a dorarse, ahora depende de como nos gusten las setas, las rehogamos a fuego medio y añadimos el vino blanco. Subimos el fuego, dejamos que evapore el alcohol del vino, y añadimos la trufa bien picada junto al caldo de la conserva. Rectificamos de sal y ya tenemos el primer paso.



Ahora podemos reservar para usar como guarnición o hacer tres preparaciones diferentes: Si añadimos un brick de nata líquida, tendremos una maravillosa salsa para acompañar cualquier plato de pasta. Si añadimos un litro de caldo vegetal, tenemos una sopa trufada de setas. Si queremos una "crema" añadimos nata y caldo y trituramos.


Merece la pena probarlas porque quedan muy ricas, una muy buena opción es una salsa para la pasta, sencillamente añadimos un brick de nata en una cazuela incorporamos las setas y en dos minutos tenemos lista la salsa para acompañar, por ejemplo, unos tallarines de pasta fresca.

domingo, 5 de febrero de 2012

Arroz con Trompetas de la Muerte

Espárragos Verdes y Almejas Congeladas

Esta es una de esas recetas que te hacen pensar lo maravilloso que sería poder usar productos frescos, y es que esto mismo, con unos espárragos naturales, una almejas de carril y una setas frescas, puede ser increible, pero ante la falta de mercancia de mercado, nos conformamos con un sabor muy especial y realmente rico, con abundancia de almejas, aunque sean congeladas, y un arroz aromático con ese gustillo tan especial de las trompetas de la muerte.


Ingredientes:
165 gr., más o menos una taza, de arroz blanco
8 g., aproximadamente medio bote o un puñado, de setas secas, Trompetas de los Muertos
Un paquete, 250gr., de Almejas congeladas
Un puñadito de Garrafón
Un bote pequeño de Espárragos Verdes cortos
Dos Ajos
Un par de cucharadas de Tomate triturado
Un pellizco de Sal
Una hebras de Azafrán
Un chorretón de Aceite de Oliva


Elaboración:
Dejamos descongelando las almejas en un bol con agua fría, al mismo tiempo, ponemos en remojo las setas secas y sacamos el garrafón, también uso el congelado de venta en Mercadona, de su marca blanca. Cuando todo está descongelado y las setas bien hidratadas, vamos a empezar nuestro arroz encendiendo el horno a 200º.


Colamos el agua donde hemos tenido en remojo las Trompetas de los Muertos, como vemos en la foto, ya están hidratadas. El agua de las setas secas hay que colarla de tal forma que el líquido quede sin restos de arenilla, para ponerla a hervir en un cazo junto a la cazuela donde vamos hacer el arroz. Para el arroz uso una cazuela tipo sartén, grande, redonda y planita con asas desmontables, perfecta para ir al horno. El sistema es el mismo que en casi todos los arroces que están publicados, caliento el aceite de oliva, echo los ajos laminados, cuando empiezan a saltar incorporo las setas, rehogo y añado el garrafón, añadimos también el arroz.


Rehogamos el arroz y añadimos las dos cucharadas de tomate. En el mortero hemos machacado las hebras de azafrán con un pellizco de sal, echamos el azafrán machacado con la sal sobre el tomate. Y vamos a rehogarlo todo junto, no mucho tiempo, simplemente damos unas vueltas.


Ahora vamos a añadir el caldo caliente, que realmente es el agua de remojo de las setas. Añadimos el caldo, apagamos el fuego, colocamos el arroz bien extendido por toda la paellera, colocamos los espárragos verdes y encima las almejas, movemos la sarten para que se asiente antes de introducirla al horno.


Al introducirlo en el horno bajamos la temperatura a 180º, y dejamos que se seque el arroz, aproximadamente veinte minutos. Una vez el arroz seco, lo sacamos del horno y dejamos reposar cinco minutos.


Ya tenemos nuestro arroz con setas secas, trompetas de los muertos, almejas congeladas y espárragos verdes, a la espera de tiempo mejores y productos frescos.

domingo, 29 de enero de 2012

Kofta, albóndigas orientales

Con especias y asadas al horno

Con carne picada de ternera podemos preparar unas koftas, son como nuestras albóndigas de siempre pero mucho más especiadas, tienen un sabor muy rico y es una forma de dar salida a la carne picada en un plato sencillo con un toque de lo más especial.


Existen multitudes de recetas de koftas, todas tienen más o menos la misma base, pero hay una diferencia importante: la cebolla. Con cebolla me parece que quedan menos "orientales" cogen un sabor más conocido, mientras que si prescindimos de la cebolla personalmente me parece que están mejor.

Ingredientes: (para dos personas)

300 / 350 gr. de Carne Picada de Ternera
20 gr. de Pan Rallado
Una pizca de:
- Cayena Molida
- Comino Molido
- Jengibre Molido
- Curry
Un Ajo machacado
Media cucharadita de Oregano
Dos cucharaditas de Aceite
Un poquito de Sal
Un Huevo o una cucharadita de harina de garbanzo disuelta en dos cucharaditas de agua

Elaboración:

Para coger la "pizca" utilizo la parta de atrás de una cucharilla, realmente no sabría precisar la cantidad en gramos. La idea es mezclar todos los ingredientes con la carne picada, cuanto más mezclemos mejor quedarán, una vez todo mezclado dejamos la carne en forma de bola, cubierta con film, para que repose al menos tres horas, una buena idea es preparar la mezcla por la noche para comer al día siguiente (por supuesto, guardamos la carne en la nevera).


Antes de empezar a preparar las koftas, encendemos el horno a 200º. Cogemos la carne reposada con las especias, y vamos a ir formando pequeñas bolitas, para que nos queden más o menos iguales, he usado unos moldes de mini muffins de silicona, pero perfectamente podemos prescindir de ellos. Con el spray de aceite salpico el molde, si no tenemos spray con una gotita de aceite y un pincel, vamos untando un pelín la base, muy poquito. Nos mojamos las manos en agua y cogemos pedacitos de carne dandoles forma redondeada. Mojarnos las manos es importante para que no se nos pege la masa.


Una vez todas las bolitas preparadas, bajamos la temperatura del horno a 180º y las horneamos, aproximadamente en ocho o diez minutos estarán listas, hay que tener en cuenta que en el horno y usando este tipo de molde o base de silicona, la carne se dora antes por debajo que por encima, si esperamos a ver la carne dorada por encima se nos habrá secado en exceso por debajo, por tanto es mejor sacar y dar la vuelta a una, ver si está dorandose, y decidir si las dejamos un pelín más o las sacamos, que esperar a que nos queden todas secas.


En unos días publicaré la versión vegetal de las koftas, a las cuales les agradezco lo mucho que me han hecho pensar.

viernes, 20 de enero de 2012

Solomillo Ibérico al Estilo Kenty

Con Guarnición de Cebolla al Vino y Gnochis de Patata.

Una receta de Solomillo que puede prepararse con antelación y es perfecta para llevar, los solomillos se preparan enteros, se flambean con brandy y cocinan en salsa de nata, luego a la hora de servirlos se filetean y se pasan por la plancha, quedan muy bien, muy jugosos y es una receta muy sencilla, el único punto delicado es el flambeado, pero teniendo cuidado de no perder las cejas, no hay problema. De acompañamiento una cebolla confitada en vino y unos gnochis, que pueden sustituirse por unas patatas simplemente fritas o asadas al horno.


Ingredientes:
2 Solomillos de Cerdo
Un vaso de Brandy
250 ml. de Nata
4 Escalonias o 2 Cebollas o un manojo de Cebollas Frescas
Vino Tinto
Una cucharada de Miel
Una cucharada de Vinagre suave (de Manzana, por ejemplo)
Nuez moscada
Sal, Pimienta y Aceite de oliva.

Preparación:
Partimos los solomillos en dos trozos grandes (si son pequeños los podemos añadir enteros) y los salpimentmos bien por ambos lados. Ponemos aceite en una sartén, a mi para la carne me gusta echarlo con el spray, para que quede más extendido por toda la sartén echando poca cantidad.

Encendemos el fuego fuerte, cuando el aceite está muy caliente ponemos la carne y la doramos por todos los lados, para trabajar con la carne utilizamos las pinzas para no pincharla y que no suelte los jugos, sellamos la carne. Una vez bien dorada, bajamos el fuego, añadimos el brandy y flambeamos.

El flambeado a mi me da un miedo horrible, me da la impresión que la cocina va a salir en llamas, la verdad es que es fácil, pero da respeto. Yo lo que hago, como tengo la terraza de la cocina al lado del fuego, es abrir la puerta de la terraza, justo cuando toca flambear cojo la sartén y la pongo en el suelo de la terraza enciendo la cerilla (con un mechero es mucho más difícil) y cuando ya están las llamas vuelvo a poner la sartén en su sitio.

Mientras está ardiendo el licor damos vueltas a los solomillos con unas pinzas para que se hagan por todos los lados igual, una vez se consume el alcohol y las llamas, ponemos el fuego al mínimo y añadimos la nata, movemos bien para trabar la salsa y dejamos que se hagan los solomillos en la salsa de nata unos minutos, de esta forma quedaran rositas por dentro y jugosos.



Ahora apartamos los cuatro trozos, los ponemos en un pyrex de cristal y los regamos con la salsa, reservamos.

Para preparar la cebolla, en la misma sartén que hemos hecho la carne, la aclaramos, añadimos un fondo de aceite de oliva y la cebolla en juliana, damos una vueltas, con el fuego medio, echamos sal y cuando vemos que la cebolla se está ablandando añadimos el vino, y dejamos que evapore con el fuego bajito. Vamos removiendo de vez en cuando, cuando se halla evaporado el vino, y este todo pochadito, añadimos una cucharada de miel y una de vinagre y dejamos hervir hasta que se integre todo, retiramos y reservamos.

Ahora tengo por un lado los solomillos en cuatro trozos en su salsa, y por otro la cebolla al vino, esto lo puedo guardar así hasta que vayamos a comer, por ejemplo cuando hay invitados, lo suelo preparar el día antes, la carne queda jugosísima y con más sabor que si se come en el mismo día e igual la cebolla.

A la hora de comer, por un lado vamos hacer los gnochis, y por otro vamos a calentar la cebolla y la carne. Tenemos una olla al fuego con abundante agua, como los gnochis tardan un minuto tenemos el agua hirviendo pero serán los últimos que haremos. Primero pasamos la cebolla por la sartén, dejamos que tome temperatura y retiramos. Colocamos un montoncito en cada plato y lo que sobre en un cuenco.

Cogemos uno de los trozos de solomillo y sobre la tabla lo fileteamos, veremos que por dentro está rosita, porque no lo dejamos mucho tiempo cocinando en la nata. En la misma sartén que calentamos la cebolla, ponemos las "lonchas de solomillo" y damos vuelta y vuelta. Vamos colocando en cada plato unos cuatro filetitos por persona. Tenemos los medallones de solomillo en los platos, echamos la salsa en la sartén y con unas varillas ligamos bien, napamos la carne con la salsa, dejamos la restante en una salsera.

Generalmente utilizo dos solomillos para cuatro personas, como los he dividido en dos y tengo cuatro trozos, dejo uno sin cortar, es decir, medio solomillo se queda sin servir por si alguien quiere repetir.

Mientras sacábamos el primer solomillo y lo troceábamos, hemos echado los gnochis en el agua hirviendo, y en un minuto han subido a la superficie, es el momento de sacarlos y poner un montoncito en cada plato.

La presentación nos queda: un montoncito de cebolla, un montoncito de gnochis y los medallones de carne regados con la salsa, queda mejor en un plato claro para que se note el color moradito de la cebolla. En medio de la mesa dejamos la salsera con la crema y el cuenco con la guarnición de cebolla. Y generalmente en la cocina suelo dejar en la sartén el cuarto trozo de solomillo por si alguien quiere repetir. Si sobra, y suele sobrar, como no lo hemos cortado se conserva mucho mejor.

Pensaréis que es una locura tener ya previsto que va a sobrar un trozo, pero si este plato lo hacemos sencillamente para comer cuatro personas, se termina todo, si lo hacemos en una ocasión especial, que es cuando suelo hacerlo yo, y tenemos en cuenta que antes tomamos aperitivos y un primero, lo normal es que sobre.

domingo, 15 de enero de 2012

Repollo a la Vinagreta

Con Patata Cocida

El repollo es una comida tradicional que cada vez se consume menos, antiguamente se sabía donde comían repollo por el olor, hoy pocas veces se guisa repollo, realmente nos hemos pasado a otras verduras más suaves y sencillas, pero el repollo debería seguir siendo parte de nuestra dieta, igual que la lombarda y la coliflor. No venden repollo congelado, ni en tarro de cristal, eso dice mucho del consumo del repollo, solo lo encontramos en conserva, el chucrut.


El repollo crudo se consume fuera de nuestras fronteras, la famosa ensalada coleslaw, o las koftas indias, llevan como ingrediente principal repollo crudo, nosotros lo vamos a guisar, y lo comeremos sencillamente aliñado con una vinagreta.

Para esta receta necesitamos:

- Medio Repollo
- Una Patata hermosa
- Vinagre Suave
- Aceite de Oliva
- Media cucharadita de mostaza de Dijón
- Pimienta de molinillo
- Sal (sal normal y una sal de color, como la rosa del Himalaya o la negra de Haway)

Elaboración:

Lo primero que hacemos es cortar y lavar el repollo, el repollo es muy fácil de cortar, siempre que no intentemos separar las hojas, desechamos la primera capa si está suelta, quitamos la parte blanca y más dura del tronco, y con el repollo apollado sobre la parte plana en la tabla, vamos haciendo como especie de lonchas finas. Cuando tenemos todo el repollo "loncheado", damos la vuelta a la tabla, y cortamos en sentido contrario, ya tenemos el repollo en trocitos.

Ahora lo echamos en un colador grande, como el que usamos para escurrir la pasta, y lo lavamos bien bajo un chorro de agua fría. Pelamos la patata, la lavamos y la dejamos entera. El repollo lavado lo metemos en la olla, en el centro colocamos la patata, echamos agua, no hace falta cubrir, con llegar a la mitad es suficiente porque el repollo soltará agua al cocinarse. No echamos nada más, ni sal, ni aceite, nada, solo repollo, patata y agua.

Lo mejor es guisarlo en olla a presión o en olla rápida, en cazuela normal tardará mucho más tiempo y nos va a oler toda la casa a repollo, podemos poner unos cascos de cebolla sobre la tapa para mitigar el olor, pero aún así, si tenemos un repollo cociendo más de media hora es complicado que no de olor.

En la Olla Rápida, cerramos la tapa, ajustamos el cierre en presión dos, encendemos el fuego, esperamos que suba la válvula, y una vez vemos los dos anillos fuera bajamos el fuego al mínimo y contamos ocho minutos. Si solo hacemos repollo, sin patata, podemos dejarlo en seis, nos quedará mucho más al dente, personalmente prefiero el repollo más cocido y ocho minutos me parece más apropiado.

Mientras cuece el repollo vamos hacer una vinagreta en una taza par aliñarlo una vez cocinado: echamos un poquito de sal normal, añadimos una parte de vinagre suave y batimos para disolver la sal en el vinagre, incorporamos dos o tres partes de aceite y media cucharadita de mostaza de Dijón y volvemos a batir, un par de vueltas al molinillo de pimienta y ya tenemos la vinagreta lista.



Una vez pasados los ocho minutos, separamos la olla del fuego y dejamos salir el vapor, abrimos la tapa del lado contrario a nosotros para que el vapor no nos vaya directamente a la cara, y dejamos caer el repollo guisado y la patata en el colador. Cogemos la patata con cuidado de no quemarnos y la cortamos en rodajas, la colocamos en el borde de un plato grande y añadimos una sal de color, como la rosa del himalaya o la negra de Haway, yo eche sal negra.

En el medio del plato ponemos el repollo, echamos un poquito de sal, removemos y añadimos la vinagreta, lo movemos como si estuviéramos aliñando una ensalada y comprobamos que este a nuestro gusto. Y ya tenemos el repollo listo para llevar a la mesa. Es una comida muy sencilla, evidentemente no es un plato de fiesta, pero está bueno, y con una pizca de sal de color le damos un toque gracioso a la patata.

domingo, 8 de enero de 2012

Tortilla de Patatas Light

Con Patatas al Microondas




La tortilla de patatas es todo un mundo, y hay mil formas de hacerla y que quede buenísima, la de mi madre es la clásica: gordita, con las patatas fritas en aceite de oliva y cuajada en sartén. Yo tengo una versión especial que empece hacer por el tema de los fritos, y la verdad es que con el tiempo cada vez me queda mejor, he ido incluyendo algunos truquillos y al final nadie diría que las patatas no están fritas.


Aunque muchas veces la tortilla de patatas es cuestión de huevos, la proporción que yo utilizo son dos patatas pequeñas o una grandota para tres huevos y media cebolla, añado media cucharadita de levadura Royal en el batido de los huevos, antes separaba las claras de las yemas, y cuando tenía las claras batidas casi a punto de nieve incorporaba las yemas, asi quedaba muy esponjosa, pero para ahorrar tiempo, ahora bato los huevos con media cucharadita de levadura Royal.




Respecto a las patatas, primero las pelo y quito todos los ojos, si las patatas son "de verdad" con el tiempo les salen como raicillas chiquititas, a esto yo le llamo ojos y quito tanto lo de fuera como el circulito que queda bajo la piel. Las patatas malas no le salen ojos, se pudren por dentro y es bastante horrible, huelen que apestan, a mi me paso una vez con unas que compre de supermercado, parecía que estaban bien y al ir a pelarlas estaban pochas por dentro y apestaban, merece la pena comprar patatas en Mercado tradicional o al menos que sepas que son de huerta, lo cachondo es que son más baratas.




Las patatas sin piel y limpias, las corto a laminas muy finas, ¡ como para tortilla !, una vez cortadas en laminas finitas, las vuelvo a cortar en brunoisse, como si fuera una cebolla, de forma que me queden laminas finas en cuadraditos muy pequeños, esto lo mezclo con la cebolla en brunoisse y añado un poquito de aceite de oliva en crudo y sal. Es importante contar con una fuente de pyrex con tapa que quepa bien en el microondas, sino podemos cubrir un bol con film y pincharlo para hacer agujeritos y que salga el vapor, es algo más engorroso pero da el mismo resultado.




Removemos bien las patatas, con la cebolla, el aceite y la sal, y lo metemos al microondas, de primeras cuatro minutos. Mientras vamos a cascar los huevos  y batir con la media cucharadita de levadura. Cuando pasan los cuatro minutos, sacamos las patatas del microondas, abrimos la tapa con cuidado porque quema y suelta vapor, removemos bien y volvemos a meter al micro tres minutos, ahora depende del tipo de patata tardarán más o menos en hacerse, lo mejor es ir poco a poco, sacamos removemos, miramos y si vemos que aún están algo crudas, volvemos a meter al microondas uno o dos minutos más, más o menos tardán en hacerse diez/doce minutos, pero quedan mucho mejor sacándolas y removiéndolas que si las metemos directamente doce minutos al microondas que se formará una pasta de patata.



Cuando ya tenemos las patatas, lo mezclamos bien con los huevos batidos. En una sarten, utilizo la pequeña para que me quede una tortilla tamaño plato mediano, echamos un fondo de aceite, yo utilizo el espray y echo aceite todo el fondo y las paredes. Calentamos la sarten y cuando está caliente pero no humea echamos la mezcla de patatas, cebolla y huevo, que habremos rectificado de sal previamente, y una vez en la sartén hacemos movimientos circulares para que asiente la tortilla.


La primera vuelta es la más delicada, y aunque luego con la siguiente vuelta recupera su forma, a mi se me levanta por los bordes lo que no me gusta nada, pero no tego mano para darle la vuelta, asi que la remeto con el tenedor los bordecillos que me quedan levantados.



Vuelta y vuelta y ya tenemos la tortilla, me ha quedado un pequeño pliege, porque era para foto, sino hubiera quedado totalmente redondita, ahora la dejo en el plato con un papel de cocina debajo y otro tapándola, hasta que está fría completamente, momento en que la paso al tupper, es una tortilla para llevar, of course, que me voy a ver Grullas a Extremadura.

La Tortilla de Calabacín echa al modo clásico también está publicada aquí, Tortilla de Calabacín.

martes, 3 de enero de 2012

Tiramisú sin Nata

La Receta Original

Muchas recetas de Tiramisú llevan nata, es curioso, al igual que en las recetas de Carbonara, casi siempre se utiliza nata. En los libros y blogs italianos no utilizan nata para hacer el Tiramisú, y por supuesto tampoco utilizan nata para la Carbonara. Me he decidido a preparar un Tiramisú sin añadir nata, he mirado varias recetas, en el libro Cuchara de Plata viene la receta con 400 gr. de Mascarpone y sin Brandy, es una referencia valiosa, pero me he decidido por usar 250 gr. de Mascarpone y no prescindir del Brandy. También me he decantado por utilizar tres yemas y cuatro claras, la razón es muy sencilla, voy a montar las claras en el thermomix y montan mejor cuatro que tres.

Ingredientes:
250 ml. de Café frío
250 gr. de Queso Mascarpone
3 Yemas de Huevo
4 Claras de Huevo
3 Cucharadas de Brandy
Un sobre de azúcar vainillado (opcional)
100 gr. de Azúcar Glass
28 Bizcochos de Soletilla (200 gr.)
Un pellizco de sal
Cacao puro para espolvorear al final


Elaboración:
En un recipiente donde podamos mojar los bizcochos a lo largo, mezclamos el brandy con el café, reservamos.

Separamos las claras de las yemas con cuidado que no caiga nada de yema en la clara. Batimos fuerte las yemas con el azucar glass, el azucar vainillado y un pellizco de sal hasta que se forme una crema espesa. Si vamos a batir en la Thermomix, añadimos las yemas, el azúcar y la sal, ponemos la mariposa y programamos velocidad 3 ½ (apróx. 1m.)

Una vez tenemos batidas las yemas con el azúcar, incorporamos el queso Mascarpone y volvemos a batir fuerte. En la Thermomix, mezclamos a velocidad 3 ½ durante otro minuto aproximadamente. Retiramos la mezcla a un bol grande.




Esta crema de Mascarpone la vamos a unir a las cuatros claras montadas a punto de nieve. Para montar claras en la thermomix, la cuchilla, el vaso y la mariposa tienen que estar muy límpios, sin restos de grasa. Las claras tienen que estar perfectamente separadas de las yemas. Lo normal es montar 4 claras, es la cantidad que cojen bien las cuchillas y además para el tiramisú con tres yemas la cantidad es ideal. Echamos las claras en el vaso, añadimos unas gotas de limón o vinagre, un pellizco de sal, ponemos la mariposa y programamos 4 minutos a velocidad 3. Pero nos quedamos mirando por el bocal, veremos como empiezan a montarse, llegará un momento que las claras cubrirán la mariposa como una nieve envolvente, estamos pendientes y cuando veamos que etán montadas, bajamos lentamente la velocidad y apagamos, en mi caso tardaron tres minutos en montarse.




Una vez montadas las claras, mezclamos con la crema de Mascarpone, tiene que quedar como una mousse. Echamos las claras montadas sobre la crema de mascarpone y con una pala, o una lengua de pastelería, vamos haciendo movimientos envolventes de abajo arriba, suavemente para que se mezcle, una vez mezclado podemos probarlo porque está riquísimo.




Ahora vamos a montar el tiramisú, en la mayoría de los sitios lo montan en dos capas, es decir bzcochos + crema + bizcochos + crema, yo anteriormente lo hacía en tres, porque utilizaba un molde de Plum Cake, pero ya que estoy haciendo un tirmisú original y sin nata, pues he querido mantener también el número de capas, osea dos, y tenía un problema, tengo dos moldes de pyrex cuadrados, para esta cantidad tenía que hacer dos Tiramisús, uno más grande y uno más pequeño, estuve tentada de hacer dos, porque además siempre sobra y así ya queda perfectamente guardado, pero al final me decidi a probar en la fuente achaflanada, no es ovalada es casi rectangular pero redonda en los bordes. Primero medi los bizcochos y me salían dos capas de catorce, ocho en medio, dos a lo largo y un tercero de cierre. Como veréis el tiramisú ha quedado con un aspecto más rústico, pero a mi me gusta.




Vamos mojando los bizcochos en la mezcla de café y licor y haciendo una base, después de poner toda la primera capa, ponemos crema de forma que cubramos los bizcochos pero que no caiga por los lados, que queden bien cubiertos los bizcochos, e iniciamos una segunda capa, vamos mojando y colocando en el mismo orden que los de abajo. En esta segunda capa el tercer bizcocho de cierre lo he puesto en la planta de arriba.




Y cubrimos con la crema hasta agotarla, y así tenemos nuestro tiramisú de aspecto rústico, ahora le pongo una capa de film y a la nevera, tiene que reposar al menos dos horas antes de cubrirlo con cacao en polvo espolvoreado. Yo lo dejé toda la noche. Una cosa importante, como el huevo está crudo, no es un postre que aguante muchos días en la nevera, aunque está mejor de un día para otro tampoco es conveniente dejarlo muchos días sin consumir.

En alguna ocasión he preparado este mismo postre de Tiramisú para llevar, montando el postre en un molde de albal. Es cómodo y bastante práctico.


Tengo publicada otra receta de Tiramisú, del 2008, pero en aquella ocasión lo hice con nata, este queda mucho mejor, al menos a mi me gusta más, claro, que también me gusta más la carbonara sin nata ¡¡

Receta de Tiramisú con nata elaborado en Thermomix

martes, 27 de diciembre de 2011

Sopa Quemagrasa

Un Día de Dieta


Para recuperar el ritmo de comida normal después de las fiestas y los excesos, yo hago un día "desengrasante". Preparo una sopa de tomate basada en la popular Sopa Quemagrasa, y junto a una ensalada verde, y algunas infusiones, es lo único que como durante todo el día, no lo hago si tengo que ir a trabajar o voy a coger la bici, pero estando de vacaciones en casa no cuesta mucho y evitas coger el kilo "Navidad" que sumado al "Aperitivo con Torreznos" llevan al traste el bikini de Semana Santa.

Ingredientes:
Una Cebolla
Un Pimiento Verde
Una lata de medio de Tomate Pelado Entero
Medio Repollo Pequeño
Una barra de Apio
Dos Ajos
Una Cucharada de Aceite de Oliva
Media Cucharadita de Jengibre
Media Cucharadita de Cúrcuma
Una pizca de Comino en Polvo
Dos Clavos de Especia
Pimienta Negra Recién Molida
Sal


Muy importante, no echamos pastilla de caldo, el sabor de las especias es suficiente, si nos parece demasiado soso, podemos añadir pimentón.

Elaboración Tradicional:
Picamos todos los ingredientes, los ponemos en una olla grande, echamos aproximadamente medio litro de agua y el caldo de la lata de tomate, nos parecerá que hay poca agua, pero en cuanto empiece a cocer el repollo va menguando y se hunde, cocemos aproximadamente media hora a fuego medio.


Elaboración en Olla Rápida:
Picamos todos los ingredientes, los ponemos en el cestillo de la olla, posamos el cestillo sobre la base, echamos el agua junto con el líquido de la lata de tomate, las especias, la sal y la pimienta. Veremos que parece que es todo verdura, pero el agua está abajo, no nos preocupamos. Cerramos y cocinamos 8 minutos en presión 1. Cuando termina el tiempo soltamos el vapor, movemos un poco la olla antes de abrir la tapa, siempre mirando hacia el lado contrario de nuestra cara para no quemarnos con el vapor. Lo primero que vamos a ver es toda la verdura encima, con ayuda de un cucharón sacamos el cestillo de metal y removemos todo bien. Podemos hacerlo sin cestillo, pero el repollo queda mejor si está en el cestillo que flotando por la olla.

Observaciones:
No debemos rehogar nada al hacer la sopa, la cucharada de aceite la echamos en crudo sobre las verduras. Una vez cocinada la sopa, rectificamos de sal. Mi dieta completa del día Quemagrasa empieza con el zumo de un limón disuelto en un vaso de agua, lo caliento y añado una cucharadita de miel, esto es lo que desayuno. A media mañana me tomo una infusión de manzanilla; para comer, la Sopa Quemagrasa y de postre un Poleo, si me entra hambre a media tarde, me caliento un poco más de sopa, y por la noche una ensalada verde, con un cogollo de lechuga, apio, cebolla y pepino, el aliño sin vinagre, preparo una vinagreta con zumo de limón, y si me quedo con hambre tomo un poco más de sopa.

Al día siguiente te levantas como si no hubieras hecho ningún exceso en las fiestas, a mi me sienta muy bien (Lo Que Me Sienta Bien 003). Y no nos vamos a engañar, no es una sopa riquísima y maravillosa, simplemente no está mala y sacia mucho, con un plato no tienes más hambre.

Quedan pocos días para el nuevo año, mis mejores deseos para 2012.